Ahora son mayores y saben lidiar mejor con este tipo de episodios. Además, ha pasado mucho tiempo desde el caso Nóos. Pero cuando estalló, los hijos de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina eran más pequeños. Y como a su padre, que acabó en prisión, a ellos también les pasó factura. Sufrieron humillaciones en el colegio y también por la calle. Hasta el punto que tuvieron que hacer las maletas. Aunque aquella decisión tampoco fue la solución definitiva. En el extranjero también sufrieron acoso. 

Lo contaba Pilar Eyre en uno de sus artículos en la revista Lecturas. "Antes del caso Nóos tuvieron una infancia feliz, yo los he visto en bicicleta por Barcelona, Iñaki llevando a su hija en la barra y los tres chicos detrás. También a la salida del colegio, en el parque… Precisamente en el parque Santa Amèlia veía cómo se iluminaba el rostro de la infanta cuando aparecía su marido a media tarde para buscarlos. Las fiestas de cumpleaños con payasos, magos, karaokes, eran muy populares, la casa de Pedralbes siempre estaba llena de niños, si era verano se bañaban en la piscina, si era invierno estaban en la sala de cine…, relataba la periodista. 

Humillados en una panadería de Barcelona 

Pero como decíamos, el caso Nóos lo “cambió todo”. Eyre explica una anécdota que lo resume todo: “Iñaki iba con sus dos hijos mayores cuando entró en la panadería del paseo Bonanova donde les gritaron ‘cuidado con los bolsos’”. Entonces esos hijos mayores tenían 10 y 11 años. Pablo y Juan acabaron llorando.  

Pablo y Juan Urdangarin GTRES
Pablo y Juan Urdangarin GTRES

La cosa no se limitaba a la calle. Eyre también reveló el acoso que sufrieron en el colegio, los jóvenes y sus padres. "En las reuniones de padres en el colegio también se dieron situaciones incómodas y al final los niños dejaron de salir a la calle para que no les increparan, no los periodistas, sino los ciudadanos corrientes. Por desesperación, para evitar problemas, decidieron irse a Washington, pero en el colegio francés al que acudían también había españoles y les hicieron mobbing, hasta el punto de que los niños necesitaron ayuda profesional".