Juan Urdangarin, el hijo mayor de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin,es el más misterioso y desconocido de los cuatro hermanos. Siempre ha intentado situarse lejos del ojo público. Una actitud que no es casualidad. Suficiente ha tenido en la última década. Como el hijo mayor, Juan Urdangarin se convirtió en testigo directo del deterioro de su familia. La separación de sus padres y la prisión de su padre Iñaki Urdangarin afectaron profundamente su bienestar emocional.
Juan ha atravesado una infancia marcada por la adversidad y el sufrimiento. Desde muy joven, su vida familiar se vio sacudida por el escándalo público cuando los ciudadanos comenzaron a insultar a su padre con términos despectivos como “chorizo”. Esta dura experiencia fue un golpe devastador para Juan, quien no solo tuvo que enfrentar el bullying en la escuela, sino que también tuvo que mudarse a Estados Unidos junto a su familia, dejando atrás su hogar y su vida en Barcelona. En este contexto, la infanta Cristina se convirtió en su principal apoyo, esforzándose por proporcionarle estabilidad en medio de la tormenta que azotaba su vida familiar. La infanta, consciente del impacto psicológico en su hijo, lo llevó al psicólogo, a donde Juan sigue asistiendo a terapia cuando lo necesita.
Juan Urdangarin atribuye los males de su familia a Felipe VI
La relación entre Juan Urdangarin y Felipe VI se volvió tensa cuando, tras el estallido del caso Nóos, comenzó a distanciar a la infanta Cristina de la vida pública. La infanta no estuvo presente en eventos cruciales como la abdicación de Juan Carlos I ni en el desfile de las Fuerzas Armadas en 2012. Este distanciamiento, combinado con la decisión de Felipe VI de retirar a Cristina el título de duquesa de Palma, fue un golpe adicional para la infanta y sus hijos.
La retirada del título de duquesa de Palma fue particularmente dolorosa para Cristina, quien no deseaba perder su vínculo con la corona. Según la periodista Mábel Galaz, desde Zarzuela se intentó convencer a Cristina de que tomara un gesto de arrepentimiento, pero ella se mostró altiva y se enfrentó a su padre y a su hermano. En este ambiente de conflicto, Juan Urdangarin se convirtió en un ferviente defensor de su madre, enfrentándose tanto a su abuelo como a su tío Felipe VI en nombre de la justicia para su familia. A Juan no le hacía ninguna gracia ver a su madre pasarlo tan mal. Y aunque se dice que la reina Letizia ejerció mucha presión para ese alejamiento, Juan considera que los responsables son su abuelo y su tío por consentirlo.
El apellido Urdangarin, señalado para siempre
La tensión entre Juan Urdangarin y la familia real se agravó aún más cuando Iñaki Urdangarin fue encarcelado. Juan culpaba al emérito y a Felipe por la situación que había llevado a su padre a prisión. En medio de esta crisis, el joven no dudó en enfrentarse a su tío y a su abuelo. Les señaló por haber usado a su padre como cabeza de turco por una serie de delitos que muchos conocían en la casa real, incluido el emérito.
Unos episodios que Juan no ha olvidado. Ni perdonado. Tanto es así que, durante el proceso de divorcio entre Iñaki y Cristina, Juan Urdangarin fue uno de los que exigió a Juan Carlos I compensara económicamente a su familia por el daño sufrido, acusándolo de ser responsable del sufrimiento que vivían y de haber condenado el apellido Urdangarin para siempre. Y es que a pesar de haber cumplido la pena, los Urdangarin han quedado marcados para la eternidad.