A pesar de haber nacido en el seno de una familia adinerada y con la vida solucionada, Juan Urdangarin no lo ha tenido fácil. Es el hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin que peor lo ha pasado por culpa del caso Nóos. Fue quien más tuvo que soportar insultos y mofas por los delitos de su padre. Y no solo en España. También cuando la familia se mudó a Washington para librarse de la presión mediática.
Aun así, con el paso de los años, Juan ha logrado dejar atrás aquella dura y oscura etapa, no sin haberse sometido a tratamiento psicológico. De hecho, se dice que todavía sigue acudiendo a terapia.
Juan Urdangarin rehace su vida en Londres
Su espíritu solidario ha sido uno de los pilares en su vida, destacándose en distintas iniciativas de cooperación internacional. Durante un tiempo, se dedicó a proyectos de voluntariado en países como India y Camboya, experiencias que marcaron un antes y un después en su vida, reforzando su vocación por contribuir al bienestar de los demás.
Después de completar su formación académica en Relaciones Internacionales y Comercio en la Universidad de Essex, Juan decidió mudarse a Londres, donde comenzó a forjar su camino profesional. Allí, vivió junto a un compañero de piso, con quien, aunque al principio la convivencia fue positiva, el paso del tiempo trajo ciertos conflictos. Esta situación le provocó una crisis personal que le llevó a poner distancia. Este verano, Juan regresó a Zarzuela, donde recibió el apoyo de su madre, la infanta Cristina, quien ha sido una figura fundamental en su proceso de recuperación emocional. En el palacio, también encontró el respaldo de sus hermanos, Irene y Miguel, quienes estaban igualmente en Madrid. Este tiempo de descanso le permitió distanciarse de las tensiones y darle un giro a sus decisiones personales, recargando energías para lo que vendría después.
Juan Urdangarin pasará las fiestas navideñas entre Ginebra y Vitoria
Ahora, Juan ha vuelto a Londres, donde retoma su vida diaria con una nueva actitud. Además de su trabajo en Extreme E, la empresa de Alejandro Agag enfocada en el impulso de la movilidad eléctrica, mantiene un equilibrio más sano entre su trabajo y sus proyectos de cooperación. A pesar de los desafíos que ha enfrentado en su vida personal, Juan ha demostrado un compromiso firme con las causas sociales que siempre le han apasionado.
De cara a las Navidades, Juan ya tiene planes para compartir momentos especiales con su familia. En Nochebuena, se reunirá en el hotel Four Roses de Ginebra con varios miembros de su familia, incluidos su abuelo, Juan Carlos I, su madre, Cristina, su tía Elena, y algunos de sus hermanos y primos. Sus intenciones pasan por ir acompañado. Entre los invitados a la cena, también estará el compañero de piso de Juan, quien será parte de esta celebración familiar. Tras estos días en Ginebra, el joven tiene previsto viajar a Vitoria para despedir el año con más de sus seres queridos. Posteriormente, tras las fiestas navideñas, regresará a Londres para seguir con sus quehaceres.