La vida de Juan Urdangarin, primogénito de la familia Urdangarin Borbón, ha estado marcada por conflictos familiares y un distanciamiento notable de la Casa Real. Hace ya siete años que Juan no mantiene ningún contacto con su tío, el rey Felipe VI, ni con su tía, la reina Letizia, una fractura que refleja el profundo impacto de los escándalos y tensiones que han afectado a su familia.

Desde muy joven, Juan se vio expuesto a la presión mediática y a las críticas sociales que rodearon a su padre, Iñaki Urdangarin, durante el caso Nóos. En la escuela, sufría constantes insultos y bullying, y en las calles escuchaba cómo tildaban a su padre de "chorizo". Estas experiencias no solo afectaron su desarrollo emocional, sino que también minaron la confianza que tenía en el entorno familiar de la Casa Real. La familia, bajo un escrutinio constante, optó por mudarse a Estados Unidos, dejando atrás su vida en Barcelona para tratar de escapar del asedio mediático.

Iñaki Urdangarin permiso penitenciario Brieva EFE

La relación de Juan Urdangarin con Felipe VI está rota

La distancia entre Juan y el rey Felipe VI comenzó a gestarse en los años más duros del escándalo. Según personas cercanas, Juan no solo culpaba a los medios, sino también al rey emérito Juan Carlos I, a quien consideraba responsable del trato que recibió su padre. Cuando Felipe asumió el trono, la relación no mejoró. Por el contrario, se tensó aún más cuando el actual monarca decidió desvincular completamente a su hermana Cristina y a su cuñado Iñaki de la actividad pública de la Familia Real, marcando un claro límite entre ellos y la Corona.

Juan, que siempre fue muy cercano a su madre, interpretó estas decisiones como una traición familiar. En su opinión, Felipe no hizo lo suficiente para proteger a su hermana y optó por priorizar la imagen de la monarquía sobre los lazos de sangre.

Juan Irene Urdangarin Elena 60 años EP

Un alejamiento sin reconciliación a la vista

En medio de esta tormenta, la infanta Cristina se convirtió en el pilar emocional de su hijo. Durante los momentos más difíciles, especialmente cuando Iñaki ingresó en prisión, Cristina apoyó a Juan llevándolo a terapia para ayudarle a manejar el impacto emocional. Hoy en día, madre e hijo mantienen una relación estrecha, asistiendo juntos a eventos y dejando claro que, pese a los conflictos, intentan preservar una unidad familiar.

Por otro lado, la relación de Juan con Letizia nunca fue fluida. Desde los primeros años del matrimonio real, los Urdangarin sintieron un trato distante por parte de la reina, algo que se agravó con el tiempo. Según fuentes cercanas, Juan ve en ella a alguien que nunca integró plenamente a su madre en la dinámica familiar de Zarzuela.