Zarzuela empieza a parecer The White Lotus, un balneario de lujo lleno de discapacitados emocionales, caraduras y freaks. Alguien de la Familia Real no ha entendido que el edificio, el Palacio, es la sede de una institución del Estado, la Jefatura del Estado. Y de un tiempo a esta parte, especialmente desde que la autoridad de Felipe en la familia ha decaído por el escándalo Del Burgo, todo el mundo hace lo que quiere con la sede de la Corona. Ya hace décadas que en el edificio reside un ente extraño, la hermana pequeña de la reina Sofía, Irene de Grecia, que como está arruinada, es soltera y ahora ya sufre de Alzheimer, pues forma parte del mobiliario. Instalada en la sede del jefe del Estado. Siguiendo este caso excepcional de vivir parientes que no son Familia Real, la infanta Cristina ha decidido que como, a diferencia de Elena, ella no tiene casa en Madrid, sus hijos se vayan instalando sigilosamente en Palacio. Uno por uno.
Primero fue la pequeña Irene Urdangarin que a los 18 años decidió que colgaba los estudios y se tomaba el famoso "año sabático" que es un eufemismo de "No haré nada". Y ha contagiado a sus hermanos. Miguel Urdangarin, el hijo pequeño, también lo ha colgado todo y se ha instalado en Palacio. Pablo es el único que tiene trabajo y vive en Pedralbes. Quedaba el hijo mayor, Juan Urdangarin, de 24 años, mayorcito, que ahora abandona su residencia desde hace 4 años en Londres donde trabajaba para una empresa del yerno de Aznar y según publica El Cierre Digital residirá en Zarzuela. Felipe ya se exclamó cuando vio que la situación pasaba de castaño oscuro: "Esto no es un hotel". ¿No quieres caldo?, tres tazas, los tres adultos Urdangarin que no trabajan. Es decir, todos excepto Pablo. Ya hay más hijos de Cristina que de Felipe viviendo en Zarzuela.
El digital que publica la noticia revela la causa de la huida de Juan Urdangarin de la capital inglesa: le ha dejado su pareja, de quien no se sabía ni la existencia, ni la identidad, ni la edad ni siquiera el sexo: "Su regreso viene marcado tras una mala racha personal, impulsada por una ruptura sentimental en Londres". Silencio absoluto sobre quién era la desconocida pareja de Juan, el nieto de Juan Carlos que tiene más problemas para adaptarse a su condición de sucesor directo a la Corona. Sufrió bullying en el Liceo Francés de Barcelona por el caso Noos, se puso en manos de psicólogos, sufrió más que el resto la separación de sus padres a causa de la amante Ainhoa Armentia y no quiere saber nada de Leonor, la pompa y los actos oficiales. Pero ahora que deja Londres, el trabajo y la pareja, en lugar de instalarse con su madre en Ginebra escoge los lujos del Palacio pagados con dinero público. Tiene problemas de salud mental pero tonto no es. "Juan volverá a España cuando acabe el verano. Se instalará Zarzuela con su abuela doña Sofía, puesto que se va a coger un año sabático, como su hermana Irene Urdangarin".
Así que a la vuelta de vacaciones habrá más Urdangarin que Borbón residiendo en Zarzuela. Leonor vivirá en Pontevedra, en un cuartel militar, y Sofía en el internado de Gales donde acabará Bachillerato. El único Borbón que queda, Felipe, tendrá que compartir espacio de recepciones con tres jóvenes adultos que no deben tener dinero para un piso de alquiler. Felipe recibirá a jefes de Estado en la "Pensión Zarzuela". El disparate es monumental. Y el consentidor, Felipe, calla porque las hermanas lo tienen cogido. Pasa en muchas familias pero esta es especialmente caradura. De cuatro hijos Urdangarin, tres se toman un año sabático. La Corona es, toda ella, sabática.