Juan Urdangarin, el hijo mayor de la familia Urdangarin Borbón, ha vivido una infancia y juventud marcadas por dificultades, lejos de la imagen idílica que podría esperarse de una familia vinculada a la realeza. Desde muy joven, Juan experimentó el impacto de los escándalos que envolvieron a su padre, Iñaki Urdangarin. Su percepción de una vida familiar normal se vino abajo cuando, en las calles, escuchaba a los ciudadanos insultar a su padre, tildándolo de "chorizo". Esto no solo afectó la relación familiar, sino también su vida personal: en el colegio sufrió bullying y, como consecuencia de la presión mediática y social, la familia se vio obligada a mudarse a Estados Unidos, dejando atrás su hogar, amigos y vida en Barcelona.
Al ser el mayor de los hermanos, Juan fue quien más comprendió la magnitud de lo que estaba ocurriendo. La situación familiar, cargada de tensiones y problemas judiciales, lo afectó profundamente. Su adolescencia estuvo marcada por el sufrimiento, especialmente cuando su padre fue encarcelado. En esos momentos difíciles, la infanta Cristina, su madre, fue su principal apoyo emocional. Debido a las circunstancias, Cristina llevó a Juan a terapia, y hasta el día de hoy continúa recibiendo tratamiento psicológico para manejar el impacto emocional de aquellos años. La relación entre madre e hijo es muy cercana, y ambos intentan pasar el mayor tiempo posible juntos. Hace poco, se les vio juntos en la boda de José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo, lo que refuerza la idea de que, a pesar de todo, la familia sigue buscando mantener sus vínculos.
Por otro lado, la relación de Juan con su abuelo, el rey Juan Carlos I, se deterioró significativamente tras el encarcelamiento de Iñaki. Juan llegó a culpar a su abuelo por la situación de su padre, especialmente por la forma en que los medios de comunicación abordaron el tema. Juan Carlos, en su afán de proteger la corona y calmar el escándalo mediático, pareció haber necesitado sacrificar a alguien para preservar la monarquía. En este caso, fue su yerno Iñaki Urdangarin quien terminó pagando el precio. Esta situación llevó a Juan Urdangarin a enfrentarse directamente con su abuelo durante el proceso de divorcio de sus padres, exigiendo que el rey asumiera su responsabilidad y pagara una compensación por el daño causado a su familia.
Juan Urdangarin protegió a sus padres y culpa de todo a Juan Carlos, Felipe y Letizia
A lo largo de los años, la infanta Cristina también fue apartada de ciertos eventos importantes, como la abdicación de su padre, el rey emérito, o el desfile de las Fuerzas Armadas en 2012. La periodista David Fernández ha señalado que es ingenuo pensar que el rey no estaba al tanto de las actividades de su yerno, insinuando que Iñaki pudo haber seguido el ejemplo de lo que veía en su suegro, pero a menor escala. Eventualmente, el rey le retiró a la infanta el título de duquesa de Palma, un gesto que ella no aceptó de buena manera, ya que no quería desvincularse de la corona. Según la periodista Mabel Galaz, desde la Zarzuela se le sugirió que mostrara arrepentimiento, pero Cristina se mantuvo desafiante, enfrentándose tanto a su padre como a su hermano, el actual rey Felipe VI.
En medio de estos conflictos familiares, Juan Urdangarin también tomó partido y defendió a su madre, enfrentándose tanto a su abuelo como a su tío en un intento de protegerla y reivindicar el honor de su familia.