Mientras la infanta Cristina y el rey Felipe continúan con su esperpéntico intento de demostrar que son los hermanos mejor avenidos del mundo, mientras la misma infanta ha ido de tiendas con su hija pequeña Irene y mientras la infanta coloca de manera indisimulada a sus hijos a vivir en Zarzuela, ninis caradura y mantenidos, como la misma Irene o Miguel, las dudas crecen en torno a la figura de su hijo mayor, Juan, el más discreto y peculiar de la familia. Hijo fumeta, reservado y arisco, el mayor de los cuatro hijos de la infanta y Urdangarin sigue siendo un misterio para muchos, y a pesar de sus intentos de pasar desapercibido, alérgico a la fama y poniendo tierra de por medio marchándose a vivir lejos de España, sigue dejando muchas dudas.

Juan Urdangarin GTRES

Ahora vuelve a estar en boca de todos, de hecho, la revista Lecturas apunta a rumores sobre "abandonar Londres tras una ruptura sentimental que le atormentaría. Además, habría dejado de trabajar en la firma donde se encontraba solo un año después de haber sido contratado. Una tormenta perfecta". Problemas sentimentales y problemas laborales. Pero Urdangarin quiere coger el toro por los cuernos y "tomar cartas en el asunto" porque no quiere que se repita la pesadilla que vivió hace un tiempo, en pleno escándalo por el caso Nóos, cuando sufrió desprecios que lo han marcado y le han amargado la vida. "En su memoria está grabado todo lo que pasó". Y lo que pasó fue un infierno... Un infierno en clave borbónica, hay que decir, que en su caso se vio reflejado en lo que dijo Pilar Eyre: “La familia empezó a recibir desplantes, se negaban a darles albornoces en el Tenis Barcelona hasta que se les comunicó que se les revocaba el título de socios de honor, dejaron de invitar a los niños a las fiestas de cumpleaños... La vergüenza máxima fue cuando Iñaki acompañado de Juan, fue recibido al grito de “cuidado con los bolsos” en una panadería cercana a su domicilio. Su casa estaba rodeada de periodistas, alguna vez la infanta intentó salir con sus hijos, pero tuvo que volver a entrar porque los niños, asustados, se echaban a llorar”.

Iñaki Urdangarin con su hijo Juan Valentín GTRES

El hijo de la infanta lo recuerda bien, por eso ahora su entorno ha roto el silencio para explicar que no ha sufrido ninguna ruptura ni despido: “No tiene novia por lo que no puede estar pasando por una ruptura. Ha pasado parte de sus vacaciones en España con su familia, pero no llorando en el hombro de sus seres queridos. Tampoco parece que este dolor haya sido por un motivo laboral", ya que seguirá trabajando para una empresa propiedad del yerno de José María Aznar, Alejandro Agag. “Quiere mucho a su país y está unidísimo a su abuela, a ambas, pero no hay cambio de planes”, por lo tanto, descarta ir a Zarzuela. "Juan prefiere permanecer en un plano discreto, sin excentricidades ni escándalos. Profundamente religioso y muy concienciado con el medio ambiente, es ahí donde dedica su profesión y su tiempo libre".