El futuro financiero de Juan Urdangarin y sus hermanos, así como los de Froilán y Victoria Federica, apunta a convertirlos en multimillonarios gracias a una compleja red de herencias que incluye no una, sino tres grandes fortunas. Estas provienen de su abuelo, Juan Carlos I, su abuela, la reina Sofía, y sus respectivas madres, las infantas Cristina y Elena.
La riqueza acumulada por Juan Carlos I a lo largo de su vida es, sin duda, una de las más controvertidas en la historia de la monarquía. Cuando asumió el trono en 1975, sus cuentas eran prácticamente inexistentes. Sin embargo, su fortuna creció exponencialmente gracias a diversas fuentes, como las donaciones recibidas de amigos influyentes, la venta de regalos y, especialmente, los acuerdos financieros marcados por beneficios cuestionables. Un punto clave en este enriquecimiento fue la herencia de su padre, Juan de Borbón, quien le dejó 2,2 millones de euros, un capital que el emérito multiplicó mediante inversiones estratégicas.
Juan Carlos I tiene una fortuna que solucionará la vida de varias generaciones
En la actualidad, la fortuna de Juan Carlos I se estima en más de dos mil millones de euros, según medios de renombre como Forbes y The New York Times. Aunque Felipe VI renunció públicamente a esta herencia en 2020 para marcar distancia de los escándalos asociados, sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, no hicieron lo mismo. Gracias a esta decisión, serán las principales beneficiarias de este colosal patrimonio. Además, a través de una fundación creada en Abu Dabi, podrán recibir los fondos sin pagar impuestos, un hecho que ha generado duras críticas y un escrutinio creciente hacia sus operaciones financieras.
A los Urdangarin y Marichalar les esperan dos herencias más
Una herencia que irá íntegra para las infantas y sus hijos, y a la que se suma la parte que les tocará de la reina emérita Sofía. A lo largo de su vida, Sofía ha gozado de un constante apoyo financiero que le permitió mantener un elevado nivel de vida en ciudades como Nueva York y Londres, acumulando así un importante capital personal. Este patrimonio también será transmitido a sus descendientes, lo que incrementará notablemente la fortuna de sus nietos.
Unos nietos que, posteriormente, llegado el momento, recibirán una tercera herencia provendrá de sus madres. Es decir, a los Urdangarin y Marichalar más jóvenes les tocarán tres herencias: la de su abuelo, la de su abuela y la de sus madres. Y ojo, porque a los Urdangarin aun les podría tocar una cuarta: la de su padre, Iñaki Urdangarin, que se está forrando gracias a los acuerdos económicos con Cristina en el divorcio.