Irene Urdangarin celebra este miércoles 5 de junio 19 años de vida con el regalo que más ilusión le hace: Juan Urquijo. Su primo, novio y primer amor ya ha entrado por la puerta grande de la Familia Real 'B', para vergüenza indisimulable de su madre. Pero se tiene que tragar el sapo: la niña es mayor de edad y puede hacer lo que le quiera. Además, su carácter colérico y caprichoso es conocido: a su padre Iñaki Urdangarin le hizo pagar con sangre la infidelidad a su madre. Y ni siquiera la infanta se ha salvado de riñas, discusiones y desavenencias importantes, normalmente relacionadas con su idolatría por Victoria Federica. Irene tiene carácter y no se arruga. Solo el tiempo hará que esta aventura escandalosa con el cuñado del alcalde de Madrid, 7 años mayor que ella, caiga por su propio peso.
¿Qué ha visto Irene en Juan para perpetuar la endogamia borbónica? Buena pregunta. El tipo tiene una apariencia antigua, pasada de moda. Descartado este atractivo, tenemos que apostar por un match fundamentado en creencias y estilos de vida. Son pijos recalcitrantes. La Urdangarin se ha encaprichado, eso está claro, y ha forzado la máquina hasta conseguir que Urquijo asista a su comida de cumpleaños, confirmando públicamente la relación ante su hermano Pablo, la pareja Johanna Zott o la reina Sofía, tal y como leemos en la revista 'Semana'.
Juan, por lo tanto, es la nueva estrella del firmamento del cotilleo. Ha entrado porque le da la gana, de que ya es bastante mayorcito. Ahora bien, está descubriendo que eso de ser perseguido por cámaras y reporteros mientras hace sus cosas más cotidianas es un peaje complicado. La prueba, esta misma mañana por las calles de Madrid. El joven aristócrata, miembro de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge e ingeniero agrónomo de profesión, caminaba con su mochila y un polo rosa cuando ha sido abordado por una señorita de una agencia de prensa. Una escena tierna, era su primera vez. Ella no se ha andado por las ramas, lo ha frito. A preguntas, cada una más indiscreta que la anterior. Su reacción al encontronazo, un espectáculo. Bastante ridículo, todo sea dicho.
Ni una palabra ha salido de los labios del chico, con una cara que no se puede negar que sea hermano de Teresa Urquijo, la novia del año del mundo facha. Dos gotas de agua, también en cada gesto. Sonreía de primeras, saludando timorato con la manita, una, dos, incluso tres veces. Esta última, ya sin ánimo. Al ver que el semáforo no se ponía en verde para peatones jamás y que el interrogatorio no aflojaba, la incomodidad crecía. Cuándo finalmente ha podido atravesar la calle comenzaba un desfile en silencio, mientras un señor en moto intentaba averiguar quién era aquel tipo perseguido por cámaras de televisión con pinta de tan poquita cosa. En un punto del recorrido, ya a una distancia importante, ha girado el cuello. Quería cerciorarse de que no lo perseguían. Su sorpresa llegaba al comprobar que todavía lo grababan, volviendo la vista al frente y sacudiendo la cabeza. Un claro 'no me lo puedo creer', en definitiva. Ay, Manolete. Y lo que te espera. Ponte las pilas... o haz feliz a la "suegra" Cristina, deja a Irene y ve al 'First Dates' del Sobera.
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