La imagen pública del príncipe Guillermo siempre ha sido la de un hombre dedicado a su familia y a sus deberes reales, pero detrás de su fachada impecable se esconde una pasión que ha causado más de un sobresalto en la Casa Real británica: su amor por las motocicletas. Desde su juventud, Guillermo ha sido un ferviente entusiasta de las motos, un pasatiempo que le ha ganado el apodo de "el Príncipe de las ruedas". Pero ahora, esta afición podría estar en peligro, ya que su esposa, Kate Middleton ha decidido tomar medidas para proteger a su hijo mayor, el príncipe George, de lo que considera un hobby mortal.
Aunque Guillermo ha compartido con su hijo mayor la pasión por el fútbol, ambos siendo devotos seguidores del mismo equipo, existe otro vínculo que podría unirlos, uno mucho más peligroso. Y es que, desde que George era pequeño, Kate ha tenido que lidiar con la preocupación de que su hijo siga los pasos de su padre en su peligrosa afición por las motos. "Me asusta cada vez que sale en moto", confesó Kate en una entrevista en 2015, y aunque desde entonces el príncipe Guillermo ha reducido significativamente sus salidas en motocicleta, la inquietud de Kate no ha disminuido. Ahora, con George acercándose a la adolescencia, Kate está más determinada que nunca a mantener a su hijo alejado de las motos, un vehículo que ella considera una amenaza para la vida de su primogénito y el futuro de la monarquía británica.
Kate pone un alto a las aventuras sobre dos ruedas
La princesa ha sido implacable en su decisión de apartar a George de cualquier contacto con las motocicletas. A pesar de que el Príncipe Guillermo ha intentado suavizar las preocupaciones de su esposa cambiando las motos por bicicletas y patinetes eléctricos, Kate sigue firme en su postura. No se trata solo de un capricho, sino de una medida que ella considera vital para la seguridad de su hijo. Según fuentes cercanas al Palacio de Kensington, Kate ha dejado claro que no permitirá que George monte en moto, ni ahora ni en el futuro, sin importar cuán tentador pueda ser seguir los pasos de su padre.
Caminos divergentes: La lucha de Kate por el futuro de George
Este firme rechazo por parte de Kate ha generado tensiones dentro de la familia real, especialmente porque Guillermo sigue teniendo una motocicleta guardada en los terrenos de Windsor. Aunque ya no la utiliza con la frecuencia de antaño, la simple presencia de la moto es un recordatorio constante de la batalla que se libra entre los deseos de un padre apasionado y los temores de una madre protectora.
Mientras tanto, George continúa disfrutando de las actividades más seguras con su padre, como los paseos en bicicleta por los terrenos de Windsor, lejos del peligro de las carreteras. Sin embargo, el futuro aún es incierto. ¿Logrará Kate mantener a George alejado de las motocicletas para siempre, o cederá ante la posibilidad de que su hijo herede la misma pasión que su padre? Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora, la princesa de Gales parece estar ganando la batalla por la seguridad de su hijo.