El anuncio del cáncer de Kate Middleton ha caído como una bomba. Dramático, sorprendente, polémico y detonante, en términos generales, de una oleada mundial de solidaridad y comprensión hacia la princesa de Gales. El comportamiento errático de las últimas semanas, con patinazos en la estrategia de comunicación que han desembocado en un circo de tres pistas, ha quedado disculpado en cierta manera por la gravedad del problema. De la misma manera, el alud de teorías conspiranoicas de todo tipo, también referentes a la relación de pareja de Middleton con su marido Guillermo, ha sido desactivado. Uno en el que ha colaborado, incluso, uno de sus familiares directos: el tío Gary, hermano de la madre de la royal.
Gary, de pasado delictivo, bocazas, polémico y siempre dispuesto a hacer caja "en honor" de la familia, está rentabilizando este último y cruel trance de su sobrina. No es la primera vez: ya había metido mucha baza en la guerra contra Enrique y Meghan Markle. Ahora aprovechaba el descenso a los infiernos que empezó con el ingreso en The London Clinic, donde Kate operada de un problema abdominal que ha derivado en el descubrimiento del cáncer. Mientras intentaba recuperarse en la cama del hospital, Gary fichaba por el 'Gran Hermano VIP' a cambio de una buena suma de dinero y de la promesa de hablar de la Familia Real. Pasó de las advertencias y ruegos de los suyos, y ha estirado el chicle en la tele hasta que lo han echado. Ha sido rápido, la verdad: la primera semana, a la calle.
Sin embargo, Gary continuaba en el plató del programa como comentarista: el contrato es jugoso quería hasta el último céntimo. Pero claro, hace unas horas Kate conmocionaba al mundo y cogía a Gary, portavoz oficioso de la princesa, en fuera de juego. Lo noqueaba. Al saber que sufría cáncer, un extremo del que era absoluto desconocedor por falta de confianza, anunciaba que no asistiría a la final del reality show. Se retiraba del circo, daba un paso atrás. Pero poco después se hacía público otro secreto peor. Había ofrecido una entrevista en 'Times Magazine' hablando de la intimidad de pareja de Kate y Guillermo. La humillaba.
Gary, consciente de que lo había pifiado de lo lindo, empezaba con las excusas de mal pagador. "La entrevista se hizo hace una semana, y se ha imprimido antes de las tristes noticias sobre mi sobrina Kate. Mis pensamientos están con ella y con su familia en estos momentos difíciles. Estoy decepcionado con la coordinación de la publicación. Espero que esto marque una línea con respecto a las especulaciones y las conspiraciones. Demos tiempo a Kate, Guillermo y los niños, y demostremos un poco de amor". Todo fenomenal, pero ninguna intención de reconocer el error. El enemigo está en casa. Gary es un peligro.