Sólo hay que echar un vistazo más allá de los Pirineos a las realezas europeas para constatar que en Zarzuela quizás el calendario que tengan colgado en palacio indique que viven en el 2022, pero que en realidad, la familia real española se encuentra en el siglo pasado. La antigüedad, el tufo de naftalina de una institución que en España da muestras continuamente de no saber qué es la modernidad ni tener ningunas ganas de descubrirlo. Constantemente nos encontramos en las royals de los otros países de Europa gestos, actitudes, hechos consumados que dejan a la altura del betún a los Borbones, sobre todo, desde el punto de visto de vivir en la sociedad del siglo XXI, no como en España, donde todo, actos institucionales, apariciones públicas, tiene un tono antiguo, retrógrado, y, evidentemente, sin salirse del guion establecido.

Familia Real / @CasaReal

En el internado donde está estudiando la princesa Leonor, a menudo hemos visto cómo sus homólogas europeas participaban en desfiles en favor del colectivo LGTBI, en caminatas reivindicativas o en actos similares. A la hija mayor de los reyes no se la ha visto nunca, en más de un año, en ninguna foto o imagen. Por no hablar de su imagen de princesa fifi de cuento. Esta semana hemos visto el nuevo look de Elisabet de Bélgica, que ha optado por un corte radical de pelo mucho más adecuado a su edad y condición. Cambio de look espectacular para dejar atrás la imagen de adolescente... Leonor, con el look de siempre, por si las moscas.

Elisabet de Bélgica / GTRES

No ha sido el único gesto que ha dejado en evidencia a algún miembro de los Borbones. Ana de Inglaterra, la princesa Anna, es la segunda hija de la gran Isabel II y ahora es hermana del rey Carlos III. Y la hemos visto de manera bien diferente a, por ejemplo, las hermanas del rey español. Cada gesto y palabra estudiado, preciso, bien utilizado. No como, por ejemplo, la infanta Elena, lamentable ante una periodista a la que exigió que le llamara "Doña Elena"... Muy fino es el trapo de cocina. Muchos humos se gasta una mujer de quien no se conoce ni oficio ni beneficio, que se limita a lucir la bandera rojigualda a la mínima que tiene ocasión. Miren como viaja Ana de Inglaterra, cargando sus dos maletas pesadas y un bolso de mano... ¿Se imaginan a la infanta Elena así? Ni de coña:

Otra royal que suele dejar en evidencia a menudo a los españoles es Kate Middleton. Y ahora lo ha vuelto a hacer. Ella y el príncipe Guillermo han pasado un día en Irlanda del Norte, en Belfast, donde han hecho una aparición sorpresa en un concurso de elaboración de cócteles. La pareja, oficialmente fue para echar un vistazo al nuevo mercado de comida de la calle de moda de la ciudad, y no desperdiciaron la ocasión para reencarnarse en Tom Cruise en la peli aquella donde hacía malabarismos con una coctelera. Kate se mostró sonriente en todo momento mientras intentaban hacer deliciosos cócteles en uno de los nuevos bares, demostrando la maña que tiene. Tal como dice la experta en imagen de TV3, Patrycia Centeno, "Quiero imaginármelo con unos de aquí y, por lo que sea, no me sale"...

¿Se imaginan a Letizia, sonriente, haciendo unos Bloody Mary o unos Margaritas? ¿Ella que le tiene pavor al alcohol o a hacer cualquier cosa de manera natural y simpática? Imposible. Lo máximo que la veremos hacer a ella, a Felipe y a las niñas, en una imagen impostada en Zarzuela, cuando llegue la Navidad, será removiendo el azúcar de una infusión. Es lo que tiene ser una royal moderna como Middleton o una encorsetada, aburrida e insípida como Letizia.