La boda de Hussein de Jordania y Rajwa al Saif del pasado 1 de junio sigue trayendo cola. En EN Blau no solo nos interesa porque pudimos ver a Juan Carlos I y a la Reina Sofía juntos después de su última aparición pública en el cementerio de Tatoi en Grecia, sino porque tuvimos la ocasión de ver a multitud de royals que hicieron acto de presencia en tierras asiáticas. Una de ellas fue ni más ni menos que Kate Middleton, princesa de Gales que tocó el piano en la pasada gala de Eurovision, la cual, obviamente, fue acompañada por el príncipe Guillermo, el heredero al trono de la Royal Family. Vamos con Kate, también conocida como Catalina, y una anécdota.
Es sabido que cada vez se habla menos de los vestidos de Kate Middleton y del resto de royals de 'La Firma' debido a un pacto entre la prensa inglesa, pero también es cierto que hay que comentar anécdotas como la de a continuación. Y es que la madre de Jorge, Luis y Carlota sorprendió no solo a los invitados, sino especialmente a los periodistas con su último atuendo. Los principales rotativos, como en este caso Vanitatis, analizaron al detalle la prenda principal y esta causó furor. No por lo bonita que era o el resplandeciente color que saltaba a la vista, sino por la modificación que se vio obligada Kate a hacer respecto el vestido original. Sabemos el motivo...
La cuestión es que la nuera de Su Majestad El Rey Carlos III de Inglaterra lució "un modelo de alta costura extraído de la colección otoño-invierno 2017 del reconocido Elie Saab". En el susodicho medio la definen como una pieza "de tintes románticos" confeccionada "en tejido de gasa en tonalidad rosa empolvado", que cuenta además con un cuerpo bordado de cuello alto, con un acabado muy cool, el cual -en forma de encaje- trata de "mangas plisadas estilo farola y una falda acampanada completamente plisada". Muy top y muy guapa, aunque el vestido original no era así, sino con transparencias que Kate ocultó. Bien ella seguro que no, sino su diseñador, que consiguió tapar estas transparencias a la perfección haciendo un nuevo vestido que se pareciera casi completamente al original.
El motivo real
Detrás de todo esto, obviamente hay una razón. Y es una razón de peso que no deja de ser otra que la de seguir el código de vestimenta -más conocido como 'dress code'- de la Familia Real del Reino Unido. Igual que en las discotecas o en los bares de ambiente tienen una conducta de vestimenta, lo mismo pasa en las monarquías, que no dejan ir a los miembros de la realeza de cualquier manera. Los british tienen que seguir unas reglas muy claras, que no son otras que estas: "La ropa menos modesta que llama la atención en la pasarela rara vez cumple con el ‘dress code’ estipulado. Se descartan faldas inapropiadamente cortas, vestidos de día demasiado largos, escotes pronunciados, aberturas, telas que se puedan arrugar o enganchar…". Es por este motivo por el cual Kate se lo pensó dos veces antes de acudir con el Elie Saab original: no quería una reprimenda de su suegro Charles.