Lo que durante años fue una tensión silenciosa dentro de la familia real británica ha estallado en una división abierta: Kate Middleton y Camilla Parker Bowles ya no disimulan su distanciamiento. La princesa de Gales y la reina consorte han roto definitivamente su ya frágil relación, marcando un antes y un después en la dinámica del entorno más cercano al rey Carlos III.
Aunque en público ambas han mantenido las apariencias, lo cierto es que las diferencias personales y de imagen han sido imposibles de ocultar. Mientras Kate se ha consolidado como el rostro más popular y querido de la monarquía británica, Camilla aún lucha por ganarse la aceptación del pueblo, incluso después de haber alcanzado el título de reina consorte.

Kate Middleton y Camilla Parker Bowles no se pueden ni ver
El punto de inflexión en esta rivalidad silenciosa fue, paradójicamente, la enfermedad de Kate. Su reciente diagnóstico de cáncer despertó una ola de solidaridad y admiración por parte del público. La figura de la princesa de Gales se fortaleció aún más: su fuerza, discreción y dignidad frente a la adversidad conmovieron a la nación. En contraste, Camilla quedó relegada a un segundo plano, lo que, según fuentes cercanas a la casa real, ha generado un fuerte resentimiento en la reina consorte.
Desde que ingresó en la familia real, Kate Middleton ha construido una imagen de perfección y cercanía. Su elegancia natural, su papel como madre ejemplar y su implicación en causas sociales han hecho de ella la heredera emocional del legado de Diana de Gales. Por el contrario, Camilla sigue enfrentando la sombra de un pasado marcado por el escándalo y la controversia, y eso pesa en la balanza de la opinión pública.

Kate Middleton está deseando relevar a Camilla
Las últimas encuestas de YouGov no mienten: Kate supera incluso al propio rey Carlos III en popularidad, mientras Camilla ha quedado fuera del top 5 de los miembros más queridos de la familia real. Este abismo entre ambas no solo se percibe en los números, sino también en los eventos oficiales, donde las interacciones entre ellas son casi inexistentes. El protocolo ya no puede ocultar la frialdad.
Ante este panorama, cada vez son más las voces que aseguran que Kate está lista para asumir un papel aún más protagonista. Y no solo esto, Kate está deseando ocupar el puesto de Camilla. No solo supondrá perderla de vista, sino también poder poner en marcha una renovación de la imagen de la monarquía británica.