Kate Middleton reaparecía el pasado domingo en la final de Wimbledon, entregando el título de ganador al murciano Carlos Alcaraz. Su presencia, siempre esperadísima, no decepcionó: radiante, sonriente, optimista y jovial. Fue la gran estrella de la jornada, mucho más que su marido Guillermo de Inglaterra, que horas más tarde volaba en Berlín para asistir a la final de la Eurocopa entre España e Inglaterra. El resultado, la derrota y un comportamiento fuera de lugar con otra VIP en el palco completaron una jornada para olvidar.
Puede ser que el hijo de Carlos III llegara tocado a la cita futbolística, en la que se encontró con el rey Felipe VI de España. Y no hablamos solo de la complicada situación familiar por culpa del cáncer, que ha atacado al padre y la esposa al mismo tiempo. Nos referimos, en este caso, a una pelea con Kate por otro comportamiento que la princesa considera inaceptable, temerario, irresponsable. Estos son los adjetivos que, según el entorno de Middleton y que han sido filtrados en la revista 'Closer', ha utilizado para sentenciar el episodio vivido en el Castillo de Windsor unos días antes. Una situación aparentemente inofensiva y que los fanáticos de la monarquía tomaron como un gesto de normalidad del heredero de la corona: utilizar un patinete eléctrico por el interior del complejo real.
¿Por qué se ha enfurecido de esta manera Kate, y por qué ha explotado con sus íntimos? Por una razón: no llevaba casco. Iba sin protección, y eso, con la que está cayendo, es una auténtica ofensa a su esposa. No cuida su seguridad personal, pero sobre todo la de sus hijos pequeños. La posibilidad de un accidente, una mala caída o de un siniestro con consecuencias graves le horroriza. "Ir sin casco es tentar al destino", "lo último que necesitamos es volver a un hospital", "se estresa al ponerse en el peor de los casos". Vaya, lo menos recomendable para su estado, mientras lucha y sufre la quimioterapia.
Guillermo, quien acaba de adquirir el patinete, ha intentado convencer a su mujer de que este medio de transporte no representa ningún peligro, porque no alcanza grandes velocidades. Una excusa de mal pagador: él es el primero que sabe cómo se puede complicar un choque o una caída en un vehículo en movimiento. Aficionado desde siempre a las motocicletas, no las utiliza desde que es padre. Por algo será. Pensar que la moto y el patinete no tienen nada que ver es un error que se puede pagar caro. "Kate está bastante decepcionada por haber sido tan imprudente. Si Guillermo es inteligente, la hará feliz y llevará el casco cada vez", concluyen los amigos del matrimonio.