El matrimonio entre Kate Middleton y el príncipe Guillermo está en entredicho. A pesar de las apariencias públicas y los comunicados oficiales, medios británicos aseguran que la pareja atraviesa una crisis profunda, con indicios claros de distancia emocional y un cese de convivencia que han generado un clima de inestabilidad dentro de los muros del Palacio de Kensington.
Desde hace más de un año, se habla de un acuerdo informal de separación que ha marcado un cambio en la dinámica de los príncipes de Gales. Aunque ambos continúan con sus compromisos institucionales y mantienen la imagen de unidad ante el pueblo británico, todo indica que han optado por vivir por separado durante ciertos periodos para reducir tensiones y proteger a sus hijos del desgaste emocional. Una relación al estilo de la de Felipe VI y Letizia.

Rumores de crisis se acentúan desde hace seis años
El origen de esta fractura parece remontarse a un episodio que nunca fue aclarado del todo. En 2019, fotografías comprometedoras del príncipe Guillermo junto a Rose Hanbury, entonces amiga cercana de Kate, encendieron las alarmas. Aunque los rumores de infidelidad fueron aplacados por el entorno real, la sombra de aquella noche en un club londinense aún planea sobre la pareja, especialmente porque ocurrió cuando Kate estaba embarazada del príncipe Louis.
Los rumores se reavivaron hace un par de años, cuando se habló de un encuentro secreto entre Guillermo y Hanbury el día de San Valentín. Aquel episodio se convirtió en una fuente de controversia cuando Kate comentó públicamente que no esperaba flores ese día. La frase fue suficiente para que los medios británicos comenzaran a especular sobre un nuevo distanciamiento.

Kate Middleton se quita el anillo de compromiso
Ahora se ha sumado un episodio altamente significativo: Kate ha sido vista sin el anillo de compromiso, una joya histórica que perteneció a la princesa Diana y está valorada en más de 450.000 euros. En un reciente vídeo grabado en Lagos, donde Kate camina junto al activista Dwayne Fields, su ausencia pasó de detalle estético a señal de algo más profundo.
Varios expertos han saltado a la palestra, intentando encontrar motivos a este detalle que no tengan que ver con una crisis entre Kate y Guillermo. Por ejemplo, que tras la enfermedad, Kate ha dejado de valorar tanto lo material y se ha centrado en lo emocional. Mientras tanto, medios británicos confirman la crisis, asegurando que hace más de un año que han pactado un cese de convivencia, descartando el divorcio en cualquier caso tanto para evitar un escándalo en la monarquía como por el bien de sus hijos.