El verano real ha llegado, y con él, la expectación por descubrir el destino de ensueño elegido por Kate Middleton y el príncipe Guillermo para disfrutar de unas merecidas vacaciones junto a sus adorables hijos, George, Charlotte y Louis. Mientras la prensa y los seguidores reales especulan sobre posibles lugares, como el icónico castillo de Balmoral en Escocia o la exótica isla privada de Mustique, un competidor inesperado ha surgido en la contienda: el archipiélago de las Islas Sorlingas, un paraíso mágico recién heredado por el príncipe Guillermo, quien se ha convertido el nuevo propietario del ducado de Cornualles tras el ascenso al trono de su padre, el rey Carlos III.
Un refugio privado y exclusivo
El diminuto archipiélago de las Islas Sorlingas se ubica en el confín occidental del canal de la Mancha, en el extremo suroeste de Inglaterra. Estas islas, también conocidas como Islas Scilly, son un tesoro escondido que mezcla playas de arena blanca y aguas cristalinas con una privacidad que atrae tanto a la realeza británica como a magnates y celebridades por igual. Con capacidad para tan solo 5,000 turistas, las Islas Sorlingas ofrecen una experiencia única a todos aquellos que desean escapar del bullicio de las metrópolis y sumergirse en la belleza y serenidad de la naturaleza gracias a su exuberante vegetación y a su clima eternamente primaveral. Además, estas islas han sido testigo de la historia y han sido conocidas con diversos nombres a lo largo del tiempo. Desde los antiguos cartagineses y griegos que las llamaban las Islas Casitérides por el estaño que adquirían, hasta los romanos que las bautizaron como las Islas del Sol debido a su clima idílico.
Esta no sería la primera vez de los príncipes de Gales en estas islas, ya que han sido visitadas por Guillermo, Kate y sus hijos en dos ocasiones recientes: en 2020 y 2021. Estas visitas son especialmente significativas para el príncipe de Gales, ya que fue en 1989 cuando exploró por primera vez las salvajes costas junto a su hermano, el príncipe Harry, y sus padres, Carlos y Diana. Ahora, como duque de Cornualles, Guillermo comparte este paraíso mágico con su esposa e hijos, creando recuerdos inolvidables en familia.
Un rincón autónomo en el Imperio Real: propiedad y autenticidad
El archipiélago de las Islas Sorlingas, dependiente del ducado de Cornualles desde la Edad Media, goza de cierta autonomía con un consejo elegido de 16 miembros. Actualmente, el duque de Cornualles, Guillermo, es el propietario de gran parte del territorio, exceptuando una gran parte de la capital, Hugh Town, en St Mary's, que fue vendida a la ciudad en 1949. No obstante, todas las parcelas deshabitadas, por su interés ecológico, están gestionadas por el Isles of Scilly Wildlife Trust, que las alquila por un alquiler simbólico de un narciso al año. Con sus temperaturas suaves durante todo el año y su exuberante vegetación, las islas Sorlingas ofrecen un paraíso mágico donde Guillermo, Kate y sus hijos pueden disfrutar de unas vacaciones en plena naturaleza, rodeados de belleza y privacidad, convirtiéndose en un retiro único y encantador para la familia real británica.