La Familia Real británica enfrenta tiempos difíciles en cuanto a la salud se refiere, con noticias recientes que detallan problemas médicos que afectan a sus miembros prominentes. Tras la intervención del rey Carlos III por problemas de próstata y el diagnóstico de cáncer de piel agresivo de Sarah Ferguson, se suma el ingreso hospitalario de la princesa de Gales, Kate Middleton. La cirugía abdominal a la que se sometió recientemente ha generado preocupación y preguntas sobre su salud, en parte debido al hermetismo con el que la Casa Real ha manejado este tema.

El Palacio de Kensington ha emitido dos breves comunicados sobre la salud de Kate Middleton. El primero anunció el éxito de la intervención quirúrgica y la hospitalización de la princesa por unas dos semanas, mientras que el segundo informó que Middleton ha recibido el alta hospitalaria y regresó a su hogar en Windsor, donde continuará su recuperación. Aunque los comunicados han proporcionado poca información sobre la naturaleza exacta de la cirugía y su estado de salud, la Familia Real asegura que la princesa se está recuperando "adecuadamente".

Hiperémesis gravídica: un desafío en cada embarazo

Sin embargo, más allá de esta reciente cirugía, resulta interesante observar que no es la primera vez que Kate Middleton ha tenido que enfrentarse a hospitalizaciones relacionadas con su sistema digestivo, aunque en esta ocasión, la razón parece tener un matiz diferente.  Y es que, en cada uno de sus tres embarazos, la princesa de Gales se vio obligada a acudir a urgencias debido a un trastorno que aflige a algunas mujeres embarazadas y que se convierte en un verdadero desafío para quienes lo experimentan: la hiperémesis gravídica.

La hiperémesis gravídica se manifiesta como un trastorno vinculado al embarazo, caracterizado por náuseas y vómitos persistentes que van más allá de los tres primeros meses de gestación, período en el cual es común experimentar estos síntomas. En algunos casos, las náuseas y vómitos asociados son tan intensos que la futura madre puede llegar a vomitar más de 30 veces al día.

El riesgo principal radica en la deshidratación, pérdida de peso y la cetosis, un estado metabólico en el cual el cuerpo utiliza las grasas como fuente primaria de energía en lugar de los carbohidratos. En situaciones de hiperémesis gravídica severa, es posible que la futura madre requiera hospitalización para recibir tratamiento que incluya la rehidratación y la nutrición adecuada.

Entre hospitalizaciones y desafíos: el historial de salud de Kate Middleton

Se ha informado que en cada uno de sus embarazos, Kate ha requerido ingreso en las instalaciones médicas del Palacio e incluso tuvo que ser hospitalizada en la clínica King Edward VII  debido a que la pérdida de tolerancia a la ingesta de alimentos la obligó a recibir suero intravenoso para combatir la deshidratación y mantener el equilibrio electrolítico. Este hecho revela que la princesa sufre una forma más intensa de esta enfermedad, que, por ser poco común, es relativamente desconocida y dificultaba que ella pudiera llevar a cabo sus actividades diarias con normalidad. Así, se evidencia que Kate Middleton, a pesar de ser una deportista destacada, no ha gozado de una salud inquebrantable y ha enfrentado problemas desde una edad temprana.