Windsor es la casa de los líos. Y los Middleton, una familia que apaga los fuegos con gasolina. Los parientes de Kate, princesa de Gales, sufren de una incontinencia verbal preocupante para los intereses de la corona británica. También para la serenidad y salud de la mujer de Guillermo de Inglaterra, convaleciente de una misteriosa operación en el abdomen. Salud física y mental, tan importante o más que la primera. La princesa y su nubarrón negro y opaco se están enfrentando, estos días, a todo tipo de informaciones alarmantes sobre su realidad. También al fuego amigo del tío Gary Goldsmith, que ya ha entrado en 'GH VIP' y empieza a soltar la lengua sobre su sobrina. La familia, vaya tesoro.

Una nueva rama ha puesto el corazón en un puño a la princesa. Uno de sus hermanos: no es Pippa, sino el más pequeño, James. Acaba de anunciar que publicará unas memorias. ¿Hacía falta? Así, de primeras, la respuesta es no. Pero claro, los intereses editoriales no tienen nada que ver con los de los royals, normalmente son totalmente opuestos. James tenía la necesidad de expresarse y lo hará, abiertamente, a partir del 26 de septiembre. Quedan todavía 6 meses, pero la cuenta atrás ha empezado. Y claro, si te dicen que el libro contiene pasajes "devastadores", el morbo es máximo.

James Middelton y su esposa / GTRES

La realidad, eso sí, es bien diferente. Nada que ver. Kate puede estar, en este caso, tranquila. No se trata de un nuevo 'Spare', el incendiario libro de sus cuñados Enrique y Meghan Markle. Aquí, presumiblemente, no la acusarán de racismo. James abrirá su corazón sobre la depresión que sufrió hace años, rindiendo un homenaje a aquella que lo salvó. A Ella. Su perra, fallecida recientemente. Llegó a su vida cuando tenía 20 años (ahora suma 36), y la conexión con el animal ha traspasado todas las fronteras. "Durante sus momentos más oscuros, Ella fue la amiga más devota, la que amaba a James de manera incondicional, la que leía sus estados de ánimo, y la que sabía como intervenir para ayudarlo. Fue el detonante para empezar a ir a terapia".

James, quien conoció su mujer y madre de su hijo gracias a la perra, quiere compartir su experiencia de sanación mental a través de la compañía de los animales. "Sé que hay más gente que tiene a su propia Ella, pero puede que también haya quien la necesite y no lo sepa. Espero poder ayudarlos". El motivo y el objetivo es muy loable. Que quizás podía haber esperado a un momento mejor, también. Pero el Reino Unido y su corona se han convertido en un circo de tres pistas. El espectáculo debe continuar. James, el último en subirse al carro. 

Kate Middleton reaparece / X