La reaparición de Kate Middleton durante la celebración del 'Trooping the Colour' del pasado 15 de junio fue un movimiento bien estudiado, ejecutado y provechoso. La opinión pública, siempre insaciable, ha tenido un hueso que roer durante unas cuantas jornadas, deleitándose con el buen aspecto de la princesa en tratamiento contra el cáncer, su aparición en el balcón con toda la familia, y un mensaje clarísimo resumido en la sonrisa que se esforzaba por dibujar constantemente en su rostro. Un regusto optimista que pasará pronto, sí, pero que ha permitido una tregua mientras Middleton vuelve a ocultarse para continuar la lucha.

Middleton y su marido Guillermo jugaron bien las cartas. Fue una sorpresa cuando, el viernes por la noche, se anunciaba su inminente reaparición con motivo del día de la Bandera. Su presencia era más que dudosa, incluso descartada por momentos, después de saltarse el trámite del ensayo general de la liturgia real. Por eso el entusiasmo al recibir la buena nueva fue todavía más rotundo y genuino. Los príncipes parecen haber aprendido de los errores de comunicación y relaciones públicas que han cometido en el pasado, y dominan la situación. Son los que mandan, a pesar de los nubarrones negros que los acompañan desde hace meses. Los más acuciantes son los problemas de salud, porque los otros, los familiares, parecen haberlos resuelto. Y de la manera más abrupta para Enrique y Meghan de Sussex, sus cuñados.

Kate reaparece en el Trooping the Colour 2024 / Europa Press

La importante revista internacional 'Closer' destapa el estado de ánimo de los proscritos, especialmente el de la actriz norteamericana. Comienza a sentirse debilitada por el desgaste del conflicto, perdiendo amistades y quedando borrada de listas VIP: "Meghan está desesperada por acabar con esta pelea", afirman. El estado de salud de Middleton preocupa a Markle, también a su marido. Después de una reacción tibia al anuncio de su complicación, a raíz del famoso vídeo de Kate explicándolo a cámara (los Sussex se enteraron por la prensa), han pasado en la acción y demuestran un interés más tangible por la evolución de la madre de George, Charlotte y Louis, que hace unas horas disfrutaban con su padre del concierto de Taylor Swift. Hay "mensajes secretos de Meghan Markle y Enrique de Inglaterra" al otro bando. Suspiran por la paz.

Enrique y Meghan / GTRES

El semanario relata que "Meghan ha seguido la recuperación con gran interés, pero desgraciadamente sus líneas de comunicación son muy limitadas. Están aliviados y contentos de saber que se está recuperando, y está preparada y dispuesta a abandonar la ira y la amargura". La comunicación entre ellos ha sido cordial y distante, con buenos deseos, pero nada más: "No están en una situación idónea con Kate para garantizar una respuesta entusiasta". Es decir, gracias, y adiós. Enrique y Meghan helados. Tocará seguir picando piedra a través de los pocos amigos que les quedan en común.

Kate Middleton / EFE