Desde el comienzo de la relación entre Meghan Markle y el príncipe Harry, las tensiones dentro de la familia real británica no tardaron en emerger. Kate Middleton, que mantenía una relación cercana con Harry, fue una de las primeras en mostrar su descontento con la llegada de Meghan. Según fuentes cercanas, la princesa de Gales llegó incluso a presionar a Guillermo para que cancelara la boda de su cuñado con la ex actriz, anticipando que esta unión traería caos y escándalos a la monarquía.

El conflicto comenzó mucho antes de que Meghan y Harry anunciaran su compromiso en 2017. Kate Middleton, observando de cerca a su futura cuñada, no tardó en expresar sus sospechas sobre las verdaderas intenciones de Meghan. La princesa estaba convencida de que la actriz manipulaba a Harry y lo alejaba cada vez más de su familia. Con esta preocupación en mente, Kate no dudó en compartir sus temores con Guillermo, instándolo a que utilizara su influencia como heredero al trono para evitar el enlace.

Kate advirtió a Guillermo sobre la necesidad de cancelar la boda de Harry y Meghan

Las conversaciones entre Kate y Guillermo sobre Meghan Markle se volvieron cada vez más tensas. Según fuentes internas, Kate le advirtió a su esposo que Meghan traería la desgracia a la familia real. Argumentó que la imagen de la monarquía británica ya estaba en una situación delicada tras los escándalos de los últimos años y que la entrada de Meghan no haría más que empeorar las cosas. La princesa, conocida por su compostura y discreción, no ocultó su desagrado hacia Meghan desde el principio. Insistió en que la unión con la actriz americana sería perjudicial para Harry y para la estabilidad de la Corona. Incluso, según algunas fuentes, Kate llegó a sugerirle a Guillermo que hablara directamente con su hermano para convencerlo de romper la relación.

Aunque Guillermo compartía algunas de las preocupaciones de Kate, sus intentos por disuadir a Harry fueron inútiles. En las memorias de Harry, tituladas ‘Spare’, el duque de Sussex revela que su hermano mayor le aconsejó en contra de comprometerse con Meghan. “Vas demasiado rápido, me dijo. Demasiado pronto”, recuerda Harry. Y agregó: “Un día, sentados juntos en su jardín, me predijo un montón de dificultades que podría esperar si me liaba con una 'actriz americana', una frase que siempre se las arreglaba para que sonara como 'delincuente convicta'”. Sin embargo, estas palabras no fueron del todo espontáneas: detrás de ellas estaba la influencia de Kate, quien veía a Meghan como una amenaza para la estabilidad familiar.

Una boda que dividió a la familia real

Pese a las advertencias y las tensiones previas, Harry y Meghan se casaron en 2018 en una ceremonia que, aunque majestuosa, estuvo marcada por conflictos internos. Según se reveló más tarde, días antes de la boda, Kate y Meghan protagonizaron un enfrentamiento que hizo llorar a la princesa de Gales, un incidente que Meghan más tarde narraría en su explosiva entrevista con Oprah Winfrey.

Desde ese momento, las predicciones de Kate parecen haberse cumplido. La pareja no solo renunció a sus deberes reales en 2020, sino que desató una serie de escándalos mediáticos que incluyeron acusaciones de racismo y críticas a la familia real. Para muchos, esto no fue más que la confirmación de que Kate Middleton siempre tuvo razón: Meghan Markle representaba un desafío para la monarquía británica.