La final de Eurovisión 2023 ya se ha puesto en marcha en Liverpool. Llega la hora de la verdad, todas las delegaciones participantes sueñan con levantar el triunfo final y, por qué no decirlo, no hacer el ridículo y que las próximas semanas sean un infierno mediático. Seguramente es lo que le pasa por la cabeza a los responsables de TVE con la candidatura española, la de Blanca Paloma. Su propuesta mucho española es como un huevo kinder, no sabes qué sorpresa puede esconder en su interior. Hay precedentes que no invitan al optimismo, pero el efecto Chanel de 2022 podría hacer cambiar las cosas. Todos los eurofans pasarán unas cuantas horas enganchados a la pantalla, muriéndose por saber cuál es el final de la fiesta.

🔴 Eurovisión 2023, DIRECTO | Última hora de la Gran Final y Blanca Paloma

El Reino Unido ha apostado fuerte por esta edición, que se celebra en su territorio porque los vencedores del año pasado, Ucrania, no están para montar galas de este tipo. Los británicos quedaron segundos y se hicieron cargo del festival, que llega en un momento de máxima intensidad: hace una semana coronaban a Carlos III, el 62.º monarca en 1200 años de historia. El mundo miraba a Londres como ahora mira a Liverpool, han cuidado todos los detalles y han conseguido que todos remen a favor. Incluso las más altas autoridades, participando del acontecimiento que atrae la atención de centenares de millones de espectadores. Un escaparate bien aprovechado, sin duda.

Blanca Paloma Twitter
Blanca Paloma / Twitter

Los royals británicos siempre a años luz de los españoles, también en Eurovisión

La Corona británica, especialmente las generaciones más jóvenes, saben como vender su imagen pública a los medios de comunicación. Lo hacen de una manera activa, mojándose y compartiendo humanidad. Un gesto que en España parece ciencia ficción. Los miembros de la Familia Real, Felipe, Letizia y la princesa Leonor son la antítesis de la naturalidad. A Sofía no la ponemos en el saco, que todavía tenemos esperanzas con ella. El caso es que cuando tienen que hacer algo resulta tan frío, vacío e impostado que provoca repulsa. Eso, evidentemente, cuando lo hacen. Lo más habitual es que no. La magnitud del drama es tal que cuando el rey Felipe tocó el cajón flamenco en Cádiz no se habló de otra cosa durante semanas. Pero era una seta en medio de un desierto infinito, un pequeño chubasco en plena sequía. En cambio, los miembros de Buckingham son de otra pasta. Y Kate, la princesa de Gales y esposa de Guillermo, ha dejado a todos con los ojos como platos durante los primeros segundos de la retransmisión televisiva.

CAstillo Windsor Eurovision
El Castillo de Windsor, presente en la final de Eurovisión / RTVE.es
Felipe, Letizia, Leonor y Sofía Barcelona GTRES
Felipe, Letizia, Leonor y Sofía / GTRES

La princesa de Gales, Kate, toca el piano en la apertura de la final. Impensable en España

La imagen del castillo de Windsor abría la gala mientras sonaba un piano acompañado de un ritmo sincopado, bailable. De repente, patapam: toda una princesa demostrando que tiene talento artístico, interpretando las notas del arranque musical. Una intervención breve pero totalmente inédita, la de Middleton, incluso inaudita siguiendo los parámetros españoles. La mejor manera de venderse al pueblo, de asegurarse su favor, de hacer proselitismo monárquico sin provocar mofas. Los espectadores alucinan. United Kingdom, 12 points.

Kate Middleton toca piano Eurovision
Kate Middleton toca el piano en Eurovisión / RTVE.es
Kate Middleton piano Eurovision
Kate Middleton tocando el piano en Eurovisión / RTVE.es

No esperen cosas similares a España. Como mucho, un timbal y para hacerse la foto. El talento, qué cosa. Incluso para el postureo es muy necesario.