La imagen impecable de la relación entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton se ha visto seriamente comprometida en los últimos tiempos. A pesar de sus esfuerzos por mantener una fachada unida ante el público, las tensiones internas y los constantes rumores de infidelidad han puesto en tela de juicio la solidez de su matrimonio. De hecho, recientemente, se ha revelado que Kate Middleton quería separarse de Guillermo antes de ser diagnosticada con cáncer, lo que añade una nueva dimensión a los problemas de la pareja real.
Según informes recientes, los príncipes de Gales han optado por dormir en habitaciones separadas dentro de su residencia en Adelaide Cottage. A pesar de continuar apareciendo juntos en eventos públicos antes de la repentina desaparición mediática de la princesa, con el fin de despejar posibles especulaciones sobre problemas matrimoniales, esta medida no ha logrado evitar que las tensiones en su relación alcancen un nivel crítico debido a las infidelidades del príncipe heredero.
Rose Hanbury y las sombras del pasado
La situación recuerda al caso de los reyes Felipe VI y Letizia, cuyo matrimonio también se ha visto afectado por la presencia de terceras personas. En el caso de Guillermo y Kate, el punto de inflexión tuvo lugar hace cinco años, cuando salieron a la luz unas imágenes comprometedoras del príncipe con Rose Hanbury, quien era una amiga cercana de Kate en aquella época. Este escándalo estalló cuando Kate estaba embarazada del príncipe Louis, y las especulaciones acerca de una posible infidelidad generaron un furor mediático que persiste hasta hoy, a pesar de las advertencias legales emitidas por ambas partes, como la aplicación de la ley super-injunction, por ejemplo.
La reciente aparición de Hanbury en los medios junto a Camilla Parker Bowles, especialmente después de los rumores acerca de una reunión clandestina con Guillermo en el Día de San Valentín de 2023, ha intensificado el revuelo. Estas especulaciones no solo han incrementado la desconfianza entre Guillermo y Kate, sino que han generado incertidumbre sobre la solidez de la monarquía británica en su conjunto.
La estrategia del Palacio ante la inminente separación
La historia se complica aún más con los rumores de que Guillermo podría tener vínculos no solo con Hanbury, sino con otras mujeres. Entre especulaciones y conjeturas, se sugiere que Kate podría estar al tanto de estas infidelidades. Ante esta situación, la princesa de Gales había considerado la posibilidad de divorciarse antes de su diagnóstico de cáncer, decidida a no tolerar más humillaciones por parte de su esposo. Sin embargo, fue disuadida por el Palacio, que le advirtió sobre las posibles consecuencias devastadoras que un divorcio podría acarrear para la estabilidad de la monarquía.
Se le recomendó seguir el ejemplo de otros miembros de la realeza, como Felipe y Letizia, y Juan Carlos I y Sofía, quienes han mantenido matrimonios solo de cara al público a pesar de las dificultades internas. Este consejo se debe en parte a la enorme popularidad de Kate, quien, al igual que Lady Di, es una de las figuras más queridas y admiradas de la Casa Real, con una popularidad que incluso eclipsa a la del propio Carlos III.