Kate Middleton y el príncipe Guillermo, quienes ocupan el primer lugar en la línea de sucesión al trono británico, han ganado una gran popularidad y cariño entre los habitantes del Reino Unido. Esta simpatía ha crecido en gran medida debido a su actitud cercana y accesible, lo que contrasta con la monarquía tradicional. Ahora, se ha conocido una regla que sus empleados deben seguir, pero no se trata de una imposición estricta, sino de un cambio que busca un ambiente más cómodo para todos.
La familia real, especialmente Kate y Guillermo, representan una nueva cara de la monarquía inglesa, mucho más moderna y relajada. En comparación con sus antecesores, se han ganado la admiración del pueblo por su capacidad de actuar con naturalidad y menos formalismos. Esta imagen cercana no solo se refleja en sus apariciones públicas, sino también en su vida privada.

Kate Middleton rebaja las exigencias al personal de palacio
Recientemente, Valentine Low, autor del libro Courtiers: The Hidden Power Behind the Crown, ha revelado en el diario The Sun una regla poco convencional que Kate y William han implementado en su residencia de Adelaide Cottage, la casa a la que se mudaron en 2022. A diferencia de las grandes residencias reales, donde el protocolo dictaba códigos estrictos de vestimenta, en Adelaide Cottage los empleados no tienen que seguir el uniforme tradicional ni vestir de manera formal mientras trabajan. Esta decisión busca fomentar un ambiente cómodo y relajado dentro de su hogar, donde se prioriza la comodidad de todos los miembros de la familia, incluidos sus hijos.
Según Low, una fuente cercana a la familia real explicó que, en su día a día, los niños corren libremente por la oficina, lo que contribuye a un entorno más informal. La fuente añadió: “William no quiere que haya un ambiente sofocante”, lo que refleja el deseo de los duques de Cambridge de crear un hogar donde se respire un aire más relajado. Sin embargo, la misma fuente también aclaró que, para eventos importantes como reuniones oficiales o visitas al Palacio de Buckingham, la familia real sigue manteniendo un código de vestimenta adecuado y se arreglan para esas ocasiones.

Un gesto que les acerca al pueblo
La mudanza a Adelaide Cottage fue un paso importante para William y Kate, ya que querían que sus hijos crecieran alejados del bullicio de la ciudad y de la constante presión mediática. La residencia, ubicada en un entorno más tranquilo y natural, otorga a la familia una vida más normal, en contacto con la naturaleza, sin tantas restricciones del protocolo real.
El cambio en las reglas de vestimenta no solo tiene que ver con la comodidad, sino con el deseo de crear un entorno más informal y accesible. La idea es que el personal no se vea presionado a vestir de manera estricta mientras trabajan dentro de la casa familiar. Esta decisión también refleja el deseo de Kate y William de ser más terrenales y cercanos al pueblo.