¿Qué haríamos sin la Royal Family? La Familia Real más antigua del mundo está hoy de enhorabuena por el 12º aniversario de la boda de los príncipes herederos. Un 29 de abril del año 2011 Kate Middleton y el príncipe Guillermo unían sus destinos ante Dios en una boda real sin parangón. Ahora, ambos están celebrando esta efeméride, pero también están de vuelta a Londres de su último compromiso, ya que tienen que acabar de ayudar a hacer los preparatorios de la coronación de Carlos III de Inglaterra. No obstante, este último compromiso al que han acudido William y Kate no ha pasado desapercibido. De hecho, ha llamado mucho la atención...

Guillermo y kate Middleton GTRES

Middleton y el hijo de Su Majestad El Rey Carlos han visitado al equipo de rescate de montaña de Central Beacons, que se ocupa de velar por la seguridad de todos aquellos que practican escalada y senderismo en esta zona recóndita de Gales. En la visita, Catalina y su esposo han aprovechado para escalar por la ladera y demostrar sus grandes dotes de deportistas, una afición que no les viene de nueva, ya que se les ha visto bastante seguros en todo momento. Reunidos luego con el equipo de rescate, Kate y Guillermo han aprovechado para tener un detalle con todos los trabajadores e invitarlos a comer unas pizzas. Los príncipes de Gales se han acercado hasta un 'food truck' y han recogido unas cuantas de ellas al stand de Little Dragon Pizza Van.

Kate Middleton GTRES

Unas pizzas, por supuesto deliciosas, que han saboreado junto a los workers de Central Beacons y junto a los propios pizzeros a los que Kate ha explicado que está hasta el gorro de las pizzas. Y es que Guillermo, cuando están los dos en casa y no saben qué hacer para cenar, encarga pizza para dos y se la toma tumbado en el sofá. "Es una pesadilla", ha contado en confianza la concuñada de Meghan Markle. Muy fuerte esto, y más sabiendo el precedente que tiene el hermano de Harry con las pizzas. No es medio normal...

Lío con una pizza

Y es que, según hemos podido investigar de anteriores noticias, William y Harry habrían tenido un percal tremendo con una pizza en la época en la que aún eran buenos hermanos. A ambos les chiflaba el sabor de este alimento típico de Italia, por lo que decidieron estafar al servicio de cocina de la Royal Family, haciéndole creer a su niñera Tiggy que Isabel II les había dado permiso para comer pizzas en vez de tomar el alimento que les tocaba aquél día. Para atestiguarlo, a los hijos de la soberana no se les ocurrió otra cosa que falsificar la firma de su propia madre con tal de dar veracidad al asunto y que aquella noche pudieran zamparse unas jugosas pizzas. Unas pizzas que, sin embargo, nunca llegaron. La asistenta y la cocinera se acabaron dando cuenta que el garabato y la nota estaban hechos por niños pequeños y rápidamente se captó de qué iba toda esta broma en Buckingham Palace. ¿El resultado?: ni pizza ni focaccia, ni siquiera calzone. Guillermo y Enrique comieron pollo asado. ¡Buen provecho!

Harry y Guillermo GTRES