En medio de un verano marcado por la incertidumbre y la lucha personal, Kate Middleton ha encontrado un refugio en la isla de Tresco, un lugar secreto que ha sido el escenario de su recuperación del cáncer. Este idílico destino, ubicado en el archipiélago de las Islas Sorlingas, se ha convertido en un santuario para la Familia Real británica, lejos del bullicio de Londres y de la atención mediática.
La elección de Tresco no es casualidad. Este paraíso británico es conocido por sus jardines subtropicales, playas de arena blanca y aguas cristalinas, lo que lo convierte en un lugar ideal para la relajación y la sanación. Según informes, Kate fue vista disfrutando de momentos familiares, jugando al escondite con sus hijos, lo que refleja un intento de normalidad en medio de su tratamiento. Un testigo describió a la princesa como una mujer hermosa y llena de vida, a pesar de las dificultades que enfrenta. “Eran las doce en punto del mediodía. Se echaron a un lado cortésmente mientras nosotros corríamos. Kate se escondió detrás de un árbol cuando pasaron dos ciclistas. Luego volvió a salir. Parecía que estaba jugando al escondite con los pequeños. Nos sorprendió mucho tanta normalidad y nos impresionó la belleza de Kate: pantalones cortos, gafas de sol, una mujer hermosa”, explicaban en el medio alemán 'Bunte'.
Tresco: el refugio favorito de los Windsor
Según parece, su llegada en helicóptero representa un verdadero privilegio, ya que hay jornadas en las que Tresco se queda aislado sin vuelos ni barcos. La isla de Tresco, conocida por su exclusividad y tranquilidad, ha sido visitada por los Windsor en ocasiones anteriores. Fue allí donde Kate capturó una memorable fotografía de su hijo George para su noveno cumpleaños, lo que demuestra su conexión con este lugar especial. De hecho, hace unos cuatro años se supo que la pareja elige con frecuencia Dolphin House, el mismo lugar donde se hospedaron Lady Di y Carlos de Inglaterra en 1989. Esta encantadora casa de granito, con vistas al mar y un amplio jardín ideal para los niños, tiene capacidad para 10 personas y su alquiler supera los 5.400 euros por semana.
Una escapada en tiempos difíciles
El contexto de esta escapada se ve intensificado por la reciente publicación de ‘Catherine, the Princess of Wales, the Biography', una biografía sobre Kate Middleton, escrita por el periodista Robert Jobson. Esta obra promete desvelar detalles sobre su vida dentro de la Familia Real y los desafíos que ha enfrentado, incluyendo su diagnóstico de cáncer. Desde su revelación en marzo, Kate ha compartido su experiencia con la enfermedad, hablando abiertamente sobre las dificultades del tratamiento y la importancia de la paciencia en su proceso de recuperación.
A pesar de su lucha, Kate ha mostrado una notable resiliencia. En sus declaraciones, ha mencionado que hay días buenos y malos, un reflejo sincero de la experiencia de quien atraviesa tratamientos de cáncer. La princesa ha expresado su agradecimiento por el apoyo recibido y su deseo de volver a las actividades públicas, aunque reconociendo que aún no está completamente fuera de peligro. Este equilibrio entre la vida familiar y las responsabilidades públicas es un tema recurrente en su vida, y su estancia en Tresco parece ser un intento de encontrar ese equilibrio en un momento crítico.