La reina Letizia y su hija, la princesa Leonor, tienen una cosa en común: las dos a menudo quedan retratadas por sus homólogas europeas. Naturalidad, espontaneidad, dejarse ir, salir del guion preestablecido, parecer humanas, en definitiva, son virtudes que demuestran las princesas y reinas europeas y que son imposibles de encontrar en la monarca española y su hija. Las jóvenes royals europeas hacen cosas impensables en Leonor. La heredera española no ha salido ni un día en ninguna foto o vídeo en el internado de Gales donde estudia, participando de alguna de las actividades que hacen sus compañeros, como el desfile en favor del colectivo LGTBI, por si las moscas. También hemos sabido que alguna princesa ha trabajado de camarera durante el verano, cosa impensable en la heredera española, siempre dentro de su burbuja. Claro está que ya sabemos a quién ha salido.
La reina Letizia no hace nada que salga del guión. Sólo de vez en cuando se deja ir cuando va con alguna amiga a cenar a algún restaurante de Madrid. Cuando llegan épocas navideñas, sus iguales le pasan la mano por la cara y se muestran afables y próximas, con una sonrisa de oreja a oreja dirigiéndose de manera cálida a los ciudadanos de sus países. En España, ya lo saben, ponen a Felipe plantado en una silla y cara de estreñido a leer el mismo discurso de cada año con cara de circunstancias. El resto del año, más de lo mismo. ¿Se imaginan a Letizia vestida de faraláes como la reina Máxima Zorreguieta de Holanda? Ni de coña. Demasiado desacomplejada para la tirantez habitual de Letizia.
Una de las royals que más deja en evidencia a la asturiana es Kate Middleton. La duquesa de Cambridge, a la mínima que puede, se muestra más humana y terrenal de lo que demuestra su cargo y no duda a la hora de dejarse ir y pasárselo bien. Como acaba de pasar mientras visitaba Copenhague en una visita relámpago de dos días, suficiente para visitar el laboratorio de juegos de la Fundación Lego, en el campus universitario de la capital danesa. Allí ha visto un tobogán y no ha dudado ni un segundo en lanzarse por el tubo. Incluso, bromeando sobre sus hijos George, Carlota y Louis, que estarían, "muy celosos" de no poder visitar un lugar como aquel. Kate, bajando que se las pela por el tobogán, con una carcajada en la cara que echa para atrás, y pasándoselo muy bien ante los compañeros de la prensa.
#DuchessofCambridge arriving in style at the Lego foundation playlab in #Copenhagen 😀🇩🇰 pic.twitter.com/mUa3RcgVs4
— Nick Dixon (@NickDixonITV) February 22, 2022
Leticia? no, no me la imagino saliendo riendo, lo que si me imagino, como buen juego de construcciones que es Lego, a la reina recogiendo todos sus huesos dispersos para poder volver a montarlos alrededor del palo de escoba que parece que se haya tragado.
— carme carretero (@carmecarretero) February 23, 2022
Riendo? Eso sí q sería digno de ver, no esas muecas q de tanto en tanto hace con esfuerzo.
— JC (@IPBHISTORIA) February 23, 2022
Aquí la Leti no permitiría ni que las cámaras grabaran|gravaran a sus hijas bajando por|para el tobogán. Las imágenes serían contemplando el tobogán como quién no ha visto nunca ninguno. Qué obsesión por|para el control ����
— rozetta (@lady_rousing) February 23, 2022
Los de aquí no permiten ni que les pregunten ni acerquen en los posados veraniegos en Marivent. Es todo censura.
— Nina Ricci (@nina_nrb) February 23, 2022
Kate Middleton baja por el tobogán y casi se cae al suelo. Imagen divertida. La monarquía española también está por los suelos, pero no por bajar por ningún tobogán.