En una jugada que ha dejado a muchos boquiabiertos, Kate Middleton ha decidido tomar las riendas de la educación de sus hijos, alejándose del enfoque tradicional Windsor que Guillermo parece defender. Fuentes cercanas a la realeza han revelado que la princesa de Gales está decidida a evitar que sus hijos, George, Charlotte y Louis, repitan los errores del pasado y se conviertan en los nuevos "Harrys", sumidos en controversias y caos.
La educación estilo Windsor: ¿un desastre anunciado?
Desde que el príncipe Harry dejó claro su descontento con la rígida y distante crianza que recibió durante su infancia, Kate Middleton ha estado observando con detenimiento cómo los métodos tradicionales han fallado una y otra vez. La educación Windsor, centrada en el deber y la apariencia pública, ha dejado a muchos de sus miembros luchando con problemas personales profundos.
La difunta reina Isabel II, quien asumió el trono a los 25 años, tuvo que equilibrar sus enormes responsabilidades con la crianza de sus hijos, lo que resultó en una relación maternal distante. Carlos y Lady Di, por su parte, estaban preocupados por los problemas en su matrimonio, lo que también afectó la crianza de Guillermo y Harry. Carlos III, en particular, adoptó un estilo de crianza más formal e indiferente, lo que dejó a sus hijos sintiéndose algo abandonados emocionalmente tras la muerte de su madre. Harry ha sido especialmente vocal sobre las dificultades que enfrentó durante su infancia, describiendo su vida en el palacio como un infierno.
Kate, influenciada por la calidez y estabilidad de su propia familia, ha decidido que sus hijos no pasarán por lo mismo. Según una fuente cercana, la princesa ha implementado un enfoque más moderno y cercano, donde la expresión de sentimientos y el apoyo emocional son prioritarios. No desea que sus hijos crezcan en un entorno de tensión y obligaciones, a diferencia de lo que vivieron Guillermo y Harry.
Kate toma el mando: medidas radicales en el hogar
Las diferencias entre Kate y Guillermo en cuanto a la crianza han sido notorias. Mientras Guillermo parece aún aferrarse a ciertos aspectos de la tradición Windsor, Kate ha tomado medidas drásticas para asegurar que sus hijos crezcan en un entorno amoroso y equilibrado. Una fuente revela que la princesa ha hecho cambios significativos en su hogar, desde el establecimiento de rutinas familiares hasta la reducción del personal doméstico, para garantizar que los niños tengan una infancia lo más normal posible.
Además, Kate ha implementado una política de puertas abiertas en su hogar, permitiendo a sus hijos expresar sus sentimientos libremente y siempre teniendo un oído atento a sus preocupaciones. Quiere que se sientan valorados y comprendidos, no reprimidos y controlados. Es por esto que en casa se ha establecido una dinámica de “no gritar nunca, escuchar siempre sus quejas y rabietas, y permitirles expresar libremente sus sentimientos y enfados”, afirmó Jennie Bond, la que fuera corresponsal real de la BBC, a la revista 'OK!'.
Estas decisiones no han pasado desapercibidas en el seno de la Familia Real. Algunos miembros han expresado su preocupación por el alejamiento de las tradiciones, mientras que otros aplauden el enfoque progresista de Kate Middleton. Sin embargo, lo que es innegable es que la princesa de Gales está dispuesta a hacer lo que sea necesario para proteger el bienestar emocional de sus hijos, incluso si eso significa desafiar siglos de tradición real.