'Ni que fuéramos shhhh' se desinfla en los audímetros, pero no dejar de apretar el acelerador con respecto a los contenidos. Esta semana han dedicado buena parte de su tiempo al tema del momento, la victoria de la selección española en la Eurocopa y las celebraciones, muchas de ellas patéticas y vergonzosas, que se han vivido en Madrid. El espacio de María Patiño, Belén Esteban, Víctor Sandoval y los Kikos se han fijado, obviamente, en el papel de los royals durante estas jornadas tan señaladas. Y seguro que, en Casa Real, alguien está un poco mosqueado con el papel de uno de los colaboradores estrella: Kiko Hernández.
El lenguaraz polemista ha recuperado su "mejor" versión en el renacido 'Sálvame'. Esta expresión solo quiere decir que el madrileño reparte veneno a diestro y siniestro, sin manías. También demuestra algunos de los tics misóginos y machistas que han acompañado a su personaje a lo largo de su carrera, aunque no le guste reconocer sus excesos ni su responsabilidad en exhibirlos: él es un mandao y su trabajo es dar espectáculo. Un aspecto que es imposible de olvidar al analizar la escena que protagonizó hace un par de días en directo en el plató del programa, mientras pensaba que no se estaba emitiendo por la cadena TEN. Y era así, pero ya saben que el programa tiene otra ventana en Youtube, y allí acaba saliendo de todo. El micro abierto, ¿accidente o premeditación? Con Hernández, todo es posible.
La escena es la siguiente: Patiño, Esteban, Matamoros y Hernández charlan en lo que consideran una pausa publicitaria. Entonces, el ex de 'Gran Hermano' suelta una acusación contundente contra la infanta Sofía, a propósito del aspecto físico de la joven de 17 años, oficialmente menor de edad y que acompañó a su padre Felipe a la final de Berlín. "Que se ha operado entera, la..." Lo interrumpen: "¿Sofía?" Hernández: "Madre mía, la cara". Patiño en bucle: "¿Sofía? ¿La niña?" Respuesta afirmativa: "La niña. La niña está operada pero vamos... Mírala, mírale la cara. Hostia, es que ni la conocía". Todo el mundo está flipando con la opinión de Hernández. Sobre todo una persona que no sale por pantalla y dirige el cotarro: el director catalán, David Valldeperas.
Valldeperas hace de la voz de los supertacañones del mítico '1,2,3...': "Os recuerdo que estáis en Youtube", avisa. El toque de atención, que en román paladino quiere decir 'calla la boca y no digas tonterías en directo', causa efecto instantáneo. "Ah", acierta a pronunciar Hernández, que es de los que 'cree el ladrón que todos son de su misma condición'. Kiko se hizo una cara nueva con 46 años, y ahora ve bisturíes por todas partes. También en niñas de 17 en plena transformación natural. Considera que tiene ojo clínico en la materia, pero parece que le iría bien revisarse la vista.