Juan Carlos I regresó a España el pasado mes de mayo para participar en las regatas de Sanxenxo, que finalmente no pudieron celebrarse debido a las condiciones climatológicas. Sin embargo, la verdadera razón del viaje del emérito era otra, “arreglar papeles”. El exmonarca estuvo en Galicia, Vitoria y Barcelona de la forma más discreta posible. Sus movimientos prácticamente no trascendieron a la prensa. Su intención es vender varias propiedades que tiene a su nombre o a nombre de terceros para solucionar la herencia a sus hijas. No quiere más problemas.
Se ha hablado en varias ocasiones de traer a Juan Carlos de vuelta a España, sin embargo, a día de hoy y con sus problemas de movilidad, es algo que el exmonarca no tiene tan claro. El régimen fiscal de los Emiratos Árabes beneficia su patrimonio, todo lo contrario que el de España. Sus casi dos mil millones de euros están en buenas manos.
El marido de Sofía tiene la herencia casi lista. Todo su patrimonio será para sus dos hijas, la infanta Elena y Cristina. Felipe VI renunció a la herencia de su padre cuando les salpicó el caso Noós para no dañar aún más la imagen de la corona. Probablemente Leonor renuncie a la legítima cuando cumpla la mayoría de edad. Por tanto, Elena y Cristina recibirán mil millones de euros cada una.
Cristina y Elena heredarán una fortuna oculta en paraísos fiscales
La infanta Cristina lo tiene mucho más fácil, ya que al tener su domicilio fiscal en Suiza no tendrá ningún tipo de problema. Más complicada estaría la herencia de Elena, ya que ella tiene el domicilio fiscal en España y ese dinero debería pasar por Hacienda. Se quedaría sin una gran parte de su dinero. Sin embargo ya maquina un plan perfecto para que eso no suceda. Convertiría a Froilán en el heredero, que se encuentra en Abu Dabi y ella figuraría como administradora única de esa cantidad.
Tal y como informan fuentes cercanas a la Familia Real, "todo se hará al margen de la Hacienda Pública española, pues las gestiones pertinentes se llevarán a cabo desde Suiza y Reino Unido, donde están las cuentas de Juan Carlos y de donde proceden los bancos que las llevan".
Aunque hasta 2014, debido a su condición de rey, gozaba de la inviolabilidad, el New York Times le atribuyó una fortuna, oculta en paraísos fiscales, próxima a los 2.000 millones de euros, casualmente la misma cantidad que heredarían Elena y Cristina. Pero el emérito estaba protegido. Son los periodistas José Olmo y David Fernández los que desgranan toda esta historia en el libro más polémico de los últimos años sobre el emérito, ‘King Corp’.