Año 2001. 25 de agosto. Boda de Haakon de Noruega y Mette-Marit. Un joven príncipe Felipe asiste al enlace feliz y enamorado de una chica del país, Eva Sannum. Una imagen inmortalizada por los fotógrafos. Una foto que pasará a la historia, la de ella con su vestido de seda azul y "escote de infarto" como definieron las revistas del corazón de hace 18 años.
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Aquella imagen provocó un descalabro en Zarzuela. A Juan Carlos todavía le funcionaba la doble moral, a pesar de tener amantes por todas partes, y, sólo 4 meses después de la foto, consiguió presionar a su hijo para que lo dejara estar con Sannum, aunque ni era la voluntad ni de Felipe ni de la reina Sofía. Pero ahora, Jaime Peñafiel acaba de revelar cuál fue el otro motivo de peso que impidió que Eva Sannum fuera la reina de los españoles. Según explica el escritor en su libro Anécdotas de oro, "la reina de España se llamaría hoy Eva y no Letizia. Así como leen", si no hubiera pasado días después de aquella boda una de las tragedias mayores de los últimos años: el atentado a las torres gemelas del 11 de septiembre.
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"Desde aquel 11-S muchas cosas cambiaron para millares de personas. Y muy concretamente, para dos". Peñafiel atribuye a aquel criminal atentado que ahora el trono de los españoles esté ocupado por una asturiana castaña y no por una noruega rubia. Peñafiel, que se autoinculpa en "la campaña de acoso y desprestigio contra la jóven nórdica, todos nos cebamos con Eva, yo el primero", considera que la concatenación de hechos provocó que no se hiciera el anuncio de la boda de Felipe y Sannum cuando tocaba: "de no haber sido por el tremendo impacto del 11-S, se hubiera anunciado oficialmente".
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Como si las invitaciones de boda ya estuvieran en la imprenta, Peñafiel recuerda que "después del derribo de las dos torres y los casi 3.000 muertos, el mundo no estaba para anunciar bodas. El atentado se llevó miles de vidas y también a Eva Sannum como futura reina de España". Quizás es demasiado atrevido afirmarlo con tanta rotundidad. El caso es que ahora es Letizia quien acapara portadas (y polémicas) y Eva Sannum quien, lejos de los Borbones, siguió con su vida, se enamoró y tuvo dos hijos en Noruega, dónde trabaja como directora creativa de una agencia de comunicación.