El próximo 31 de agosto se cumplirán 27 años del trágico fallecimiento de Lady Di en un misterioso accidente de coche en París. A pesar de esto, pareciera que el fantasma de su memoria sigue merodeando el Palacio de Buckingham de una manera no tan literal como se mostró en la última temporada de 'The Crown'. Y es que, especialistas en la Casa Real británica, como Pilar Eyre, aseguran que Carlos III, su viudo y actual rey, aún no ha podido escapar de la sombra que Diana proyectó sobre su vida. La última muestra de esta persistente influencia se dejó ver en el tradicional desfile del Trooping the Colour, donde el monarca, a pesar de su estatus, no pudo evitar ser eclipsado una vez más por la figura de la princesa de Gales, un título que ahora pertenece a su nuera, Kate Middleton.
Kate Middleton y el desfile de la discordia
El desfile del Trooping the Colour este año trajo consigo una sorpresa mayúscula: la reaparición oficial de Kate Middleton, quien había anunciado el pasado mes de marzo que había sido diagnosticada con cáncer. Debido a esto, la princesa de Gales había excusado su presencia debido a su delicado estado de salud, pero finalmente apareció junto a su esposo, el príncipe Guillermo, y sus tres hijos.
Ahora bien, según reveló Pilar Eyre en su columna de 'Lecturas', esta inesperada aparición no fue casualidad, sino una estrategia orquestada por Carlos III. Sus asesores reales le advirtieron que él y la reina Camilla no eran suficientes para atraer la atención del público, y que necesitaban la presencia de toda la familia real para avivar el interés en la monarquía. Carlos III, desesperado por mantener la popularidad de la Corona, pidió a su hijo Guillermo que convenciera a Kate para asistir al evento. Sin embargo, Guillermo puso una condición: Kate debía emitir un comunicado 24 horas antes para aclarar que su aparición no significaba que estuviera curada, sino que era un gesto excepcional.
La llegada de Kate al desfile fue un espectáculo en sí mismo. Deslumbrante y radiante, capturó todas las miradas y la atención mediática, eclipsando por completo al rey Carlos III y a Camilla Parker Bowles, la eterna archienemiga de Diana. Sin embargo, esta no era la primera vez que el monarca se encontraba en esta situación. Durante su matrimonio con Lady Di, vivió a la sombra de la adoración pública que su esposa recibía, relegándolo siempre a un segundo plano.
Un monarca bajo la maldición de las mujeres poderosas
La escena en el desfile se convirtió en un cruel déjà vu para Carlos III. Al lado de Kate y Guillermo, él y Camilla parecían aún más “mayores y cansados”. Pilar Eyre subraya este contraste, recordando cómo la multitud, llena de entusiasmo por Kate, apenas prestaba atención al rey. Así, la vida de Carlos III parece estar marcada por una constante comparación con las mujeres poderosas que lo han rodeado.
Desde su madre, la reina Isabel II, pasando por Diana de Gales, y ahora su nuera, Kate Middleton, siempre ha habido una figura femenina que ha captado más atención y afecto del público que él. Como dice Pilar Eyre,"Para bien o para mal, siempre ha habido una mujer eclipsándolo". Este triste destino del rey británico parece perpetuar la narrativa de una venganza y una maldición que Diana, desde el más allá, sigue ejerciendo sobre él.