La figura de Lady Di continúa siendo un enigma envuelto en controversia, aún después de más de dos décadas desde su trágica desaparición. De hecho, un intrigante libro sobre la vida de Diana de Gales ha desenterrado secretos inquietantes que prometen desafiar la percepción arraigada entre los seguidores de esta icónica princesa, quien se erigió como una de las figuras más queridas y admiradas del siglo XX.
Lady Di y la cocaína: Una experiencia cercana a la muerte
Nuevos datos escandalosos emergen en torno a la vida de la inolvidable princesa Diana, esta vez relacionados con un turbio episodio de consumo de cocaína y amoríos prohibidos, según el libro "Diana: La última palabra". Simone Simmons, amiga íntima y autora del polémico libro, reveló que Lady Di tomó cocaína una vez, y ese único encuentro la llevó al borde de la muerte. ¿Cómo sucedió? ¡Dodi Al Fayed, su entonces novio, habría sido el responsable de ofrecerle la sustancia prohibida! "Cuando (Diana) probó la cocaína, se puso enferma. Le causó náuseas, mareos y problemas de respiración. Se sintió como si fuese a tener un ataque al corazón y morir", explicó la autora. El relato de Simmons también sostiene que esta vivencia marcó profundamente a Diana, llevándola a jurar nunca volver a consumir drogas y comprometiéndose a apoyar a quienes luchan contra la adicción, promoviendo la rehabilitación.
Un turbulento romance bajo la sombra de la adicción
El libro no solo saca a la luz el aterrador encuentro de Diana con la cocaína, sino también una presunta relación amorosa con John F. Kennedy hijo en Nueva York. Sin embargo, más allá de estos amores prohibidos, Simmons describe la lucha de Diana por alejar a Dodi al Fayed de las drogas semanas antes del fatal accidente que acabó con sus vidas. Y es que Dodi Al Fayed, compañero de los últimos días de la madre de los príncipes Guillermo y Harry, supuestamente compraba aproximadamente un kilogramo de cocaína semanalmente durante los años 80, según un artículo publicado por ‘Vanity Fair’. Según un amigo anónimo del magnate egipcio, la única vez que vio una cantidad tan grande de cocaína fue en la suite de Dodi en el hotel Waldorf Towers de Nueva York, siendo su compra habitual cada semana. “Yo estaba ahí cuando llegó el kilo, cuando los cocainómanos fueron a la habitación”, aseguró el testigo.
Nona Summers, amiga de Dodi que más tarde ingresó a un centro de tratamiento para la adicción a las drogas, afirmó que aunque no consumieron cocaína juntos, él le confesó que había tenido problemas con la droga, y que luego había dejado de consumirla. Otra fuente, Jack Martin, mencionó a la revista que nunca presenció a Dodi bajo los efectos de la cocaína, pero añadió que el magnate adquiría más cantidad de lo que él mismo consumía, como parte de una supuesta falta de autoestima, disfrutando de comprar, regalar y ofrecer drogas a otros.
Esta no sería la primera vez que se menciona el posible consumo de drogas dentro de la realeza británica. El príncipe Harry, quien enfrentó una infancia dolorosa tras la repentina pérdida de su madre, la princesa Diana, compartió en su libro autobiográfico titulado 'Spare' que probó diferentes drogas, como cocaína, hachís y hongos alucinógenos, desde su adolescencia hasta una buena parte de su vida adulta.