Parecía mentira, pero los Borbones han vuelto a conseguirlo. Cuando uno piensa que la monarquía española no puede superarse, siempre aparece alguna cuenta suiza cargada de millones destinados a Juan Carlos. Pero lo que ha pasado ahora todavía no lo habíamos visto: Felipe, salpicado de mala manera como beneficiario y repudiando de su padre.
Felipe VI no quiere que los chanchullos de su padre lo arrastren al lodazal. Pero la corona que heredó venía cargada de excremento. Por mucho que él no tenga nada a ver. O diga que no tiene nada que ver, cosa difícil de tragarse. Avisa de que renunciará a la herencia económica de su padre y que le retira a Juan Carlos la asignación. Unas medidas de cara a la galería que los palmeros de siempre, como Casado, Arrimadas y Abascal, ya han aplaudido diciendo lo bien que ha estado Felipe haciendo lo que ha hecho.
Y Ya está?: "lo siento, no volverá a ocurrir". Qué narices!!!!
— Pilar Rahola (@RaholaOficial) March 15, 2020
"Felipe VI rompe con Juan Carlos: renuncia a la herencia y retira su asignación"https://t.co/WNyzMWbcnU
Pero como dice Pilar Rahola, "Y Ya está?: "lo siento, no volverá a ocurrir". Qué narices!!!!. Estos borbones se deben pensar que los ciudadanos se chupan el dedo. Y ciertamente, en España se estila eso de mirar hacia otro lugar cuando se trata de cuestiones monárquicas. Pero tendría que hacer salir a todo el mundo a las calles el hecho de saber que Felipe tenía conocimiento desde hace más de un año de las cuentas offshore de su padre en el extranjero. Y ahora que le ha visto las orejas al lobo, PORQUE UN DIARIO LO HA DESTAPADO, ahora, se hace el íntegro. Ha sido la periodista de Catalunya Radio, Laura Rosel, quien ha verbalizado lo que muchos piensan desde que Casa Real emitió su comunicado:
Lo hace un domingo por la tarde, con el estado de alarma decretado y millones de personas pendientes de un virus. Qué gran hombre de estado. https://t.co/CybLVKecd7
— laura_rosel (@laura_rosel) 15 de marzo de 2020
Con nocturnidad y alevosía. El problema es que el acertado sarcasmo de Rosel, la frase Qué gran hombre de estado, la piensan de verdad muchos adoradores de la corona. Y en España, de esto van sobrados.