Juan Carlos no ve la hora de que pueda volver definitivamente a España el tiempo que le quede de vida. Cada dos por tres hace las maletas desde Abu Dhabi para pasar unos días en Sanxenxo, visitar a su doctor de cabecera en Vitoria y respirar los aires de las españas, a ver si algún día su hijo Felipe y su nuera Letizia le perdonan y le dejan que vuelva a vivir en su país. De momento, sin embargo, allí sigue, en los Emiratos Árabes, en su retiro dorado, aunque su entorno asegura que se siente solo como la una, a pesar de contar con un grupo de palmeros que lo rodean allí donde va, o por su propio nieto, Felipe Juan Froilán.
De vez en cuando, el emérito recibe algunas visitas de los suyos, especialmente de sus hijas, las infantas Elena y Cristina, no así de su hijo. Pero no solo al Borbón le visitan otros Borbones. También es muy habitual ver por allí a una persona que se ha convertido con los años en una de las que más conoce al monarca. Una periodista y escritora francesa, biógrafa oficial, que vive a caballo entre su casa y los Emiratos, de manera temporal, para estar cerca de Juan Carlos y poder entrevistarle de vez en cuando. Hablamos de Laurence Debray, que con su marido, Emile Servan-Schreiber, se han convertido en íntimos del Borbón. La pareja mantiene encuentros regulares con Juan Carlos desde hace años, y tal como dicen en Vanitatis, "le siguen como si fuera su sombra y a quien no se cansa de entrevistar. La periodista es una de las personas que mejor y más conoce al padre de Felipe VI y hasta le acompaña en muchos de sus viajes".
A base de entrevistas y encuentros, Debray y él, y también el marido, se han hecho íntimos. No solo, también se ha hecho bastante amiga de las hijas del emérito. Hace tres años, publicó 'Mí rey caído', una biografía del monarca, donde habla de su "carisma" y "personalidad arrolladora que la conquistó". La reportera ha seguido tratando al padre de Felipe, y después del libro, sigue escribiendo algunos artículos al respecto. Por ejemplo, lo que acaba de hacer para la revista '¡Hola'! donde describe jugosas interioridades y cuestiones personales de Juan Carlos. Por ejemplo, una que desconocíamos sobre la lengua. Como de pequeño se trasladó con la familia a Lausana, a Suiza, donde vivía con la abuela paterna, aprendió mucho francés, que perfeccionó en un internado. Lo que llama la atención es que fruto de aquellos tiempos, el ex rey de España "sigue soñando en francés y, de esa infancia francófona, conserva también la costumbre de contar en este idioma”. Es decir, por las noches, cuando sueña, no lo hace en castellano, sino en francés. Y va contando en francés, ovejitas para dormir, billetes de euros, amantes..., lo que sea.
No es la única intimidad que explica Debray. También apunta que no come setas ni trufas, porque de pequeño se intoxicó, que su plato preferido son las lentejas, "que se pirra por las anchoas y el buen jamón, y que con el café suele tomar una onza de chocolate con leche". También hace ejercicio cada día, "y que desde su casa emiratí ve el mar y unos olivos, su árbol favorito porque le recuerdan a su parís, los paisajes del Mediterráneo, y hacen que la expatriaición sea menos amarga. Desde que se fue, en 2020, cuenta los días que pasa lejos de España”... Y según lo que ha dicho, va contando los días en francés... Esperemos que sepa contar en francés hasta un número muy elevado...