Juan Carlos I ha cometido muchos errores que han enturbiado a la corona. Le han salpicado numerosos escándalos, como su relación con Corinna Larsen o la cacería de elefantes en Botsuana. Por lo menos nos ha dejado frases imborrables como “lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a suceder”. Además, ha estado involucrado en varias causas judiciales y escándalos de corrupción. Por estos últimos motivos, el emérito abdicó cediéndole el trono a su hijo, quien poco después, con aprobación de su mujer, la reina Letizia, le exilió. Actualmente se encuentra en Abu Dabi, donde lleva una lujosa vida. Se hospeda en un paradisiaco resort compuesto por 11 villas, valoradas en más de 11 millones de euros cada una.
La villa dispone de 1.050 metros cuadrados construidos y 4.150 de parcela y cuenta con amplios y luminosos salones, zona de billar, futbolín y sala de cine, entre otro tipo de comodidades. Dispone de un amplio salón y una terraza con acceso a una playa privada. Vacaciones de ensueño. No obstante, el emérito echa mucho de menos España, y más ahora que empieza a tener serios problemas de salud propios de su avanzada edad. Está preocupado porque no quiere morir alejado de su familia y de su país. Este miedo le atormenta desde que asistió al funeral de la reina Isabel II.
En varias ocasiones sus hijos han viajado a los Emiratos Árabes para visitarle. La infanta Cristina y la infanta Elena, le visitan más a menudo que su hijo, el rey Felipe VI. Juan Carlos I ha dañado la corona, hasta el punto de casi hacerla desaparecer. La estabilidad de la monarquía en España pendía de un hilo.
Letizia ya se ha encargado de solucionar los desperfectos que causó el padre de su marido en los últimos años. No está dispuesta a que su hija, la princesa Leonor, no reine en España. Por este motivo, tal vez habría decidido alejar a la hermana de Sofía de su abuelo. No quiere que su imagen quede enturbiada. Debido a las agendas de ambos, desde que marchó a los emiratos, Juan Carlos I aún no ha vuelto a ver a su nieta, es a la única que no ha visto en ningún momento.
Leonor es a la única nieta que Juan Carlos I no ha visto desde su exilio
En 2020, justo después de la crisis sanitaria del coronavirus, Juan Carlos I cogía un avión privado rumbo Abu Dabi. Y a día de hoy no tiene intención de regresar a España. “Me gustaría así culminar esta etapa de mi vida desde la serenidad y la perspectiva que ofrece el tiempo transcurrido. Como bien sabes, en 2019 te comuniqué mi voluntad de retirarme de la vida pública, y así lo seguiré haciendo. En este sentido, tanto en mis visitas como si en el futuro volviera a residir en España, es mi propósito organizar mi vida personal y mi lugar de residencia en ámbitos de carácter privado para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible”, decía la misiva, en la que el padre de Felipe VI expresaba, además, que era consciente “de la trascendencia para la opinión pública de los acontecimientos pasados de mi vida privada”.
Sin embargo, el pasado mes de mayo el monarca pasó unos días en Galicia y antes de marcharse de nuevo almorzó con su familia en Zarzuela. Al evento acudieron los Reyes, la Infanta doña Sofía, la Reina doña Sofía, la Infanta doña Elena y sus hijos, y la Infanta doña Margarita y don Carlos Zurita. Las ausencias estuvieron marcadas por las infanta Cristina y sus cuatro hijos, y la princesa Leonor. Los Urdangarin vieron a su abuelo en los Emiratos Arabes, Leonor es la única que todavía no lo ha visto. Sus padres no querían que saliese del internado en el que se encuentra estudiando bachillerato internacional para ver a su abuelo un par de horas.
La última vez que Leonor vio en público a Juan Carlos I fue en el acto de ratificación de la Carta Magna, el 6 de diciembre de 2018. Hace cuatro años.