Leonor juró la Constitución el pasado martes 31 de octubre. Lo hizo ante el rey, Felipe VI, en el Congreso de los Diputados. La princesa se comprometió a desempeñar sus obligaciones con “total dedicación y una entrega sin condiciones”. Además, ha hecho una petición expresa a los españoles: “Confíen en mí”. “Me debo desde hoy a todos los españoles, a quienes serviré en todo momento con respeto y lealtad. No hay mayor orgullo”, ha proclamado en su discurso en el Palacio Real al recibir el collar de la Orden de Carlos III.
A partir de este momento, Leonor ya es una mujer adulta y va camino de convertirse en la futura reina de España, una de las personas más importantes del país. En ese momento el foco mediático ya está puesto en ella. Letizia intenta proteger a su hija, pero prácticamente ya es misión imposible. Los paparazzis están siempre pendientes de todos sus movimientos en Zaragoza, especialmente los fines de semana que se queda con sus compañeros en la ciudad. Sin embargo, Casa Real siempre recibe un aviso y son los que se encargan de mediar con los medios de comunicación para frenar cualquier tipo de información que pueda perjudicarla. No obstante, Leonor está bien entrenada. Sabe cuál es su cometido.
Leonor es la persona perteneciente a la monarquía española más querida de los últimos años. La única que recibe la aprobación por parte de los españoles. Todos confían en ella. Esto ha sido gracias al gran ejercicio que ha llevado a cabo Letizia para desvincularse completamente del apellido Borbón.
La princesa es una mujer muy atractiva. Todo el mundo se pregunta ahora quién será el futuro rey de España, pero por ahora no existe, o sí. La hermana de Sofía siempre ha tenido a muchos compañeros de clase detrás. Y muchas monarquías están dispuestas a presentarle a su hijo para formar un matrimonio sólido y beneficioso para ambos países, como por ejemplo Christian de Dinamarca.
Todas las conquistas de Leonor, la rompecorazones
Parece que Letizia y Felipe no van a dejar que Leonor se case con un aristócrata. No les importaría que fuese un plebeyo, aunque no uno cualquiera. La princesa siempre ha jugado al despiste, pero se le ha adjudicado más de un pretendiente. En el colegio Santa Maria de los Rosales, con tan solo 16 años ya tenía varios compañeros de clase que iban tras ella. En Gales fue cuando más rompió corazones. 4 chicos se le declararon, aunque solo uno conquistó su corazón. Su primer novio oficial. Se trata de aquel famoso chico de nacionalidad brasileña y estadounidense que acompañó a los reyes al cumpleaños de Paloma Rocasolano en Madrid. Pero ese romance duró un verano y poco más. La distancia terminó con la relación. Fue una ruptura traumática porque la princesa estaba muy enamorada.
Una vez ha pasado página se la ha relacionado con otros chicos en Madrid, pero su actual pareja, aunque la relacionaron con uno de sus compañeros del centro militar de Zaragoza, es un chico inglés. El programa ‘Vamos a ver’ de Telecinco desveló una nueva conquista de Leonor. ”Los pasajeros del vuelo British 463 se quedaron boquiabiertos cuando, pasadas las 19:00, vieron entrar a la última pasajera del avión, Leonor, que cambió el moño por una coleta y el uniforme por una sudadera, unos vaqueros anchos y unas deportivas blancas. Viajó a Londres, donde se encuentra descansando y con la gente que quería estar, que no son los militares con los que estuvo ayer. Tiene amistades muy intensas en Londres y le han dado el fin de semana de descanso para estar con quien quiere estar”. Se trataría de un novio inglés. "Os digo que Leonor tiene en Londres amistades especiales, muy intensas, importantes para ella".
"Me dicen que Leonor está intercambiando correspondencia, que está así como muy ilusionada, fotos y tal, con el hermano de una compañera suya, de otra alumna. Es un chico que no está estudiando en el colegio, que ya está en la universidad, en Oxford o Cambridge, es inglés, y parece que tienen una relación romántica”. De momento no ha aparecido la identidad de esa misteriosa persona porque Casa Real está protegiendo esas fotografías con un valor incalculable.