Como ya te hemos contado, la reina Letizia no tiene ningunas ganas de que se produzca el encuentro previsto, según Vanitatis, para este verano en Marivent, en el que se reunirán todos los miembros de la familia real, rey emérito Juan Carlos incluido. Un evento que no gusta ni un pelo a la reina Letizia. Son muchos años de la consorte luchando para limpiar la imagen de la monarquía y preservando el futuro reinado de su hija Leonor como para que se produzca un encuentro que será dar unos cuantos pasos atrás.

Hablando de la princesa, a Leonor tampoco le hace mucha gracia dicho encuentro. Por un lado, porque la mayor de las hijas de Felipe VI y Letizia tiene que ingresar en la Academia Militar de Zaragoza el próximo 17 de agosto. Y cualquier compromiso oficial, para Leonor es un día perdido en su periodo de vacaciones, después de pasar dos años en el internado de Gales y antes de pasar tres años pululando por diferentes cuarteles para seguir su formación militar. La joven tenía otra idea para estas semanas de descanso. Quería desconectar de todo antes de afrontar otra dura etapa en su vida.

Leonor, incómoda ante el encuentro familiar en Marivent

Ahora tendrá que ir a hacer el paripé con una familia con la que apenas tiene trato. Y aquí viene el otro motivo que la tiene rasgándose las vestiduras.

Leonor cabizbaja GTRES

Porque Leonor está muy desconectada del resto de la familia. El trato con sus primos y sus tías ha sido mínimo en los últimos años. Y no solo eso: sabe que algunos miembros de la familia no la tragan.

Relación nula con sus primos

Con Froilán y Victoria Federica compartieron algunos momentos cuando eran pequeños, pero sus caminos han estado completamente separados desde hace años. Con Forilán ni se habla. Y ninguno de los dos soporta a la princesa. La meten en el mismo saco que a su madre, instigadora del alejamiento de la infanta Elena y Jaime de Marichalar de la Zarzuela.

Lo mismo ocurre con los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Sobre todo Irene. Con ella fue con quien mantuvo más afinidad en el pasado, pero es quien ha vivido en primera persona el dolor que causó en su madre que la apartaran de la familia real. No puede controlar el rencor que tiene contra Letizia y, de rebote al resto del núcleo duro de la familia real. Se ríen las gracias, pero por detrás vuelan puñaladas. Pablo, Miguel y Juan no le tienen la misma animadversión, pero tampoco han tenido contacto en años.