El 11 de enero marcará un momento significativo en la vida de la princesa Leonor, quien se embarcará en el buque Juan Sebastián de Elcano para pasar los siguientes seis meses navegando en alta mar. Sin embargo, en medio de este importante paso, surgen serias dudas sobre su desempeño en la Escuela Naval de Marín, donde ha acumulado suspensos y amonestaciones que han generado una creciente preocupación.
Desde que comenzó su formación en la Escuela Naval el 29 de agosto, la heredera ha tenido dificultades para adaptarse al riguroso régimen de la institución. La escuela sigue un sistema de internado estricto, con jornadas que comienzan a las 06:45 horas y culminan tras largas horas de clases y ejercicios físicos. A pesar de la intensa agenda diaria, Leonor ha tenido serias dificultades, especialmente en lo que respecta a su estado físico, un área fundamental en su formación.
La princesa Leonor decepciona en la Escuela Naval de Marín
La heredera no ha logrado alcanzar los niveles exigidos, lo que ha resultado en varios suspensos en sus pruebas físicas y en otras actividades de formación militar. En particular, su bajo estado físico ha sido un obstáculo evidente. Al parecer, la transición a la Escuela Naval no ha sido sencilla para la princesa. En su primera competencia entre brigadas, su desempeño individual ya fue considerado por muchos como por debajo de las expectativas para un cadete de su nivel. Mientras que durante los meses posteriores, los resultados no han mejorado, lo que le ha costado a la princesa recibir varias amonestaciones por no cumplir con los estándares mínimos.
Fuentes cercanas a la Escuela Naval y a la familia real han señalado que Leonor no ha puesto el esfuerzo esperado en su formación. Se menciona que la princesa ha ignorado las estrictas dietas y protocolos físicos que deben seguir los cadetes, lo que ha afectado gravemente su rendimiento.
Sus escapadas nocturnas también le han pasado factura
Además, sus salidas nocturnas parecen haberle restado la concentración y el descanso necesarios para mantener un nivel adecuado en sus actividades diarias. Estos factores han influido en sus resultados negativos, lo que sorprende a muchos, dado el perfil elevado de la princesa y la importancia de su formación.
A pesar de los contratiempos, el estatus de Leonor como heredera de la corona parece ofrecerle una protección especial. Aunque otros cadetes habrían enfrentado consecuencias severas por un rendimiento tan deficiente, la princesa sigue adelante con su formación sin que se le apliquen las mismas sanciones.