La princesa Leonor intenta comportarse como una ciudadana más, sin estridencias ni salidas de tono. Quiere pasar desapercibida para poder hacer una vida medianamente normal al nivel de cualquier adolescente. Sin embargo, ser la heredera de la corona de España no es baladí. Y el pasar desapercibida es algo prácticamente imposible.
La princesa y sus compañeros se encuentran en Jaca para asistir a un curso en la Escuela Militar de Candanchú. Pero el curso no dura todo el día. Tienen tiempo libre desde las siete de la tarde hasta las once de la noche. Un tiempo libre que la princesa, como ha hecho con sus horas libres mientras ha estado en la Academia Militar, está aprovechando.
La princesa Leonor intenta ser una más
Hace unos días, por ejemplo, fue vista y grabada en vídeo mientras montaba en unos autos de choque. Además, fue fotografiada, ahora en las calles de Jaca. Esta vez divirtiéndose junto con sus amigos de la Academia General Militar en las fiestas de Santa Osoria y San Pedro que comenzaron el pasado domingo 23 de junio. Queda claro que Leonor no pasa desapercibida.
Un objetivo en el que tampoco ayuda la necesaria pero constante presencia de los escoltas que no dejan de intervenir. No lo hacen con Leonor delante, sino cuando la princesa se aleja. Se encargan de hacer borrar fotografías y vídeos tomados con la princesa como protagonista. El mismo protocolo que siguen cuando Leonor ha ido a la discoteca, en la que los guardaespaldas montan un cordón alrededor de la joven y se encargan de controlar los teléfonos móviles de quienes hay alrededor, sobre todo cuando la heredera va a los baños, que cierran cuando entra la princesa, se repite cuando Leonor va por la calle. Después de la hija de los reyes Felipe VI y Letizia, pasan los escoltas con la escoba para obligar a eliminar imágenes de los dispositivos móviles.
Leonor no se dirige a quienes se le acercan para pedirle un selfie
Estos escoltas también se encargan de espantar a los curiosos que se acercan a la futura reina para tomarse una foto con ella como si fuera una influencer. Educadamente, los guardaespaldas advierten a la gente que Leonor no se tomará ninguna instantánea.
Todo ello mientras Leonor guarda silencio y ni siquiera mira a quienes se le acercan. No lleva los aires de Letizia, que en una ocasión incluso se negó a atender a un niño justificando que en ese momento no estaba trabajando, pero también mantiene las distancias. Hay quien considera esta actitud muy antipática, teniendo en cuenta que, aunque sea la futura reina, se debe a los ciudadanos.