Leonor no ha hecho más que empezar su periplo a bordo del Juan Sebastián Elcano, el buque-escuela que la llevará por medio mundo para continuar con su formación naval con sus compañeros de la escuela de Marín. La princesa zarpó hace un par de sábados, en una despedida emotiva, con muchos vecinos que se acercaron al puerto de Cádiz para decirle adiós a la heredera, con sus padres deshechos por despedirse durante medio año de su niña, con Letizia llorando y Felipe con los ojos brillantes aguantando como podían el adiós. Los reyes sufren y sufrirán durante seis meses, durante todo el tiempo que tendrán a su hija fuera de casa, en alta mar. Y de momento, el estreno ha cumplido todos los pronósticos con respecto al sufrimiento previsto. Y es que la joven ha desembarcado en Tenerife, donde ha aparecido en puerto "visiblemente exhausta" y mareada.
Quizás el estado anímico de la princesa varía al saber que el próximo parón será en Brasil, el 14 de febrero, día de los Enamorados. ¿Y quién hay allí? El único noviete más o menos formal que se le conoce, el brasileño Gabriel Giacomelli que conoció en el internado de Gales donde hizo el bachillerato, el guapote joven con barba un año mayor que ella. Veremos si cuando llega a Brasil ha continuado con los mareos o se ha estabilizado. Y es que este es uno de los grandes temores de Zarzuela. De hecho, como apuntan en Monarquía Confidencial, "no todo tiene que ser una buena experiencia para Leonor". Según ha podido saber el digital, en Zarzuela se han encendido todas las alarmas de fuentes próximas, ya que temen que Leonor pueda verse afectada por lo que se conoce como 'mal de tierra' y experimentar sensaciones como el trastorno de vértigo y desequilibrio, "que comienzan después de un período de exposición al movimiento como es navegar. Esta sensación podría resultarle bastante incómoda, ya que podría sentir que sigue en el mar aun estando en tierra firme".
La Princesa de Asturias, junto a las autoridades presentes en el almuerzo ofrecido en el Buque Escuela "Juan Sebastián de Elcano" durante su escala en Santa Cruz de Tenerife. pic.twitter.com/z4qTV5B8vK
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) January 17, 2025
Pero la cosa no queda aquí, y es que hay un tema que preocupa, y mucho, a los padres de la criatura, aunque Felipe es experto en navegación: situaciones bruscas de cambio de presión. O sufrir "barotraumatismo, un trastorno causado por la despresurización brusca de los oídos como consecuencia de un cambio de presión ambiental". Aseguran, para tranquilizar a los monárquicos, que Leonor está muy bien preparada por lo que pueda pasar y hacer frente a estas sensaciones y trastornos (“Desde que ingresara en Marín, Leonor de Borbón se ha sometido a varias instrucciones con el fin de estar preparada para este crucero. Leonor afrontará con normalidad los problemas médicos a los que se puede enfrentar en el ‘Elcano’, que, en todo caso, resultaran normales y propios de la misma travesía”), pero de la teoría a la práctica va un mundo, y nadie, ni ella, está preparada cien por cien para una experiencia que está viviendo por primera vez y que no sabe cómo puede reaccionar su cuerpo.