La reina Sofía pasó totalmente desapercibida en el cumpleaños de Leonor. Estaba invitada a la fiesta privada, pero ni tan siquiera se la vio, ni a la entrada ni a la salida. Se supone que viajaba en el coche oficial de Juan Carlos I, pero los espejos tintados de la parte posterior evitaron ver a la emérita. Ni tan siquiera se detuvo a saludar a los curiosos ni a los medios de comunicación. La emérita prefirió pasar desapercibida porque no atraviesa un buen momento. No iba a dejar sola a Leonor en un día tan importante, sin embargo, le hubiese gustado quedarse en Zarzuela junto a su hermana Irene.
La reina Sofía quiere encerrarse en Zarzuela con Irene
Hace tan solo unos días Sofía se rompió en lágrimas en uno de sus discursos en un acto oficial. Desde Casa Real no se ha hecho ningún comentario al respecto, según algunos expertos en monarquía, que han hablado con fuentes cercanas a Zarzuela, la emérita está preocupada por la salud de su hermana. Irene sufre Alzheimer, además, se encuentra en un estado muy avanzado. A veces ni tan siquiera la recuerda a ella. También se encuentra triste por no haber sido invitada a la jura de la Constitución de su nieta, pero peor le ha sentado que nuevamente no pueda ver a sus nietos juntos en una mesa. En esta ocasión, Letizia no ha puesto ningún impedimento y ha invitado a todos. Sin embargo, por compromisos profesionales, Juan y Pablo Urdangarin no han podido acudir a la fiesta. Por otro lado, Victoria Federica ha sido la ausencia más notable, ya que se marchó a un viaje de ocio a Perú con su amigo Roca Rey.
Sofía sabe que se hace mayor y le quedan pocos años de vida. Cada vez le cuesta más atender sus compromisos institucionales, y con el juramento de Leonor, se preve un revelo generacional en los próximos meses. En unas semanas se podría anunciar la jubilación de la emérita con una fiesta homenaje a sus casi cincuenta años al servicio de la corona.
La emérita estuvo toda la cena con el semblante serio. Vio cómo todos se divertían y ella solo pensaba salir de allí corriendo para meterse en la cama. La exmonarca podría atravesar una depresión, y nadie hace nada. Leonor estaba muy ocupada con todos los invitados. Y tanto a ella como a la infanta Sofía se la vieron muy cercanas a Paloma Rocasolano. Una vez más demostraron que ella es la verdadera abuela, y la emérita “la otra”, así la han tratado siempre.