Después de una lluvia infinita, de la huida de Letizia en media desfile, del homenaje a la patria y las fuerzas armadas, el día de la Hispanidad no acababa aquí, quedaba el besamanos en el Palacio Real. No ha sido un buen día por Letizia, quien, durante el desfile militar, ha decidido alejarse de la tribuna real por la lluvia y por su afección en el pie izquierdo, protagonizando una imagen que quedará grabada para siempre en el álbum de la Casa Real. Ella, en un rincón, apartada, suspirando y con cara de pocos amigos. Tal como dice Pilar Eyre, una imagen que refleja, más que nunca, la situación del matrimonio. Pero bien, por mucho que Letizia estuviera harta de aguantar todo el paseo de militares, todavía le quedaba la mejor parte, recibir y saludar a todas las entidades, el momento preferido de Leonor.
A las 11:00 la plaza de Neptuno ya estaba preparada (junto con la lluvia) para arrancar con el desfile, y, más pronto de lo que estaba previsto, empezaba el besamanos en la Sala del Trono del Palacio Real, donde los reyes y Leonor saludarían a soldados de las fuerzas armadas y entidades políticas y culturales de todo tipo. ¿Y por qué aseguramos que es el momento preferido de Leonor? Porque es cuando se reencuentra con algunos de sus compañeros de la escuela militar, donde podemos ver y analizar la complicidad que tiene especialmente con algunos de ellos. El año pasado ya se viralizó por su carcajada y sus miradas con algunos de los compañeros que incluso a sus propios padres lo notaron en público. Con alguno de ellos, había una conexión especial, y este año, hemos podido repetir el momento.
El año 2023, los verdaderos protagonistas del besamanos fueron los últimos de la cola. Leonor sonreía tímidamente al darles la mano, y ante la evidencia también lo hicieron Felipe y Letizia. Es por eso, que este año, todo el mundo estaba pendiente si la volvíamos a ver tan cómplice. El tiempo no ha acompañado a que los reyes y los invitados tengan una buena cara durante el día, pero, al final de la larga cola de entidades para saludar, han pasado a algunos de los compañeros de Leonor, y las imágenes hablan por sí solas. La princesa de Asturias volvía a sonreír con complicidad con los cuatro últimos chicos que pasaban por el besamanos. Luciendo el mismo uniforme de la Escuela Naval de Marín, se notaba que habían salido de farra con la royal cuando Leonor no podía evitar sonreír, especialmente con el segundo de estos, con quien no ha podido evitar sacarle el ojo de encima, incluso antes de su turno.
Las imágenes hablan por sí solas, y lo mejor de todo ocurre al terminar el saludo. Leonor se los queda mirando, embobada con una sonrisa con baba incluida. A la mirada se ve que se muere de ganas de verles, de pasar rato con ellos y bien seguro de que se ha acordado de su hermana, a la infanta Sofía, quien ha ignorado totalmente la cita y ha preferido quedarse en el Gales, por motivos, supuestamente, 'académicos'. Pero todos sabemos que estos no eran los verdaderos motivos por los cuales la infanta ha querido ausentarse del día de la Hispanidad. A la hija pequeña de los reyes, no le importa demasiado ni el desfile militar, ni el resto de homenajes, y por eso, se aprovecha de ser el segundo plato, la hija a quien nadie le presta atención y se puede quedar con sus amigos
Y es que toda la prensa le ha colocado el foco en la verdadera heredera del trono, que a sus dieciocho años, ya debe estar a punto de encontrar a su príncipe ideal... ¿Lo tiene en los morros y está en media conquista?