Hace unas semanas, Leonor se despedía de la Academia General Militar de Zaragoza, culminando así su primera etapa de formación castrense. Combinó dos cursos en uno desde su ingreso el pasado agosto de 2023. La celebración, como era de esperarse, se realizó por todo lo alto. El nombramiento como dama alférez cadete se ejecutó durante la conmemoración de Reales Despachos a los nuevos oficiales del Ejército de Tierra, además de la imposición de la Gran Cruz al Mérito Militar. Sin embargo, la primera semana en Marín dista mucho de lo vivido en Zaragoza. La princesa ha sido amonestada y suspendida en varias ocasiones.
Leonor dejó Zaragoza con buenas calificaciones y profundamente compenetrada con sus compañeros. También fue merecedora de las distinciones que tendría que ostentar la que está llamada a ser capitán general de las Fuerzas Armadas. Es por esto que, antes de empezar la entrega de despachos de los tenientes, la hija del rey Felipe VI tuvo una distinción especial. Todo este esplendor y la gracia con la que parece haberse desenvuelto en la AGM es lo que se esperaba en la Escuela Naval de Marín. Es en esta academia donde cursará su segundo año de formación militar y ya han trascendido informaciones y fotografías de sus primeros días.
No todo es ideal. Desde Marín reportan que no le será sencillo hacerle frente a su estancia. A pesar de tener una experiencia previa en el Ejército de Tierra, presenta algunas deficiencias que deberá corregir si pretende lograr los reconocimientos adecuados.
En Marín no están conformes con la condición física que presenta Leonor
El medio Monarquía Confidencial redactó que los altos mandos de la Escuela Naval han llegado a la conclusión de que la princesa de Asturias no está en la forma física que se exige. En la publicación aseguran que estos datos provienen de fuentes cercanas, los que han comentado que la joven “no está en condiciones óptimas para seguir los entrenamientos estrictos a los que están acostumbrados aquí”.
Fue durante unas competiciones deportivas entre brigadas que los mandatarios notaron que a la primogénita de los reyes le cuesta seguir el ritmo de los demás. Saben de antemano que su baja preparación física es un problema importante. Semana tras semana, la exigencia será mayor. Y, en el caso de Leonor, la presión es doble porque deberán cumplir con dos cursos en uno. No solo ha sido amonestada, sino que le han tenido que buscar una solución a corto plazo a este inconveniente.
La misión de la Escuela Naval es nivelar a la futura reina, para que alcance el estado físico de sus compañeros y le pueda hacer frente a las duras pruebas que le esperan. En unos meses, el curso debe embarcarse en el buque escuela Juan Sebastián Elcano y esa es una actividad decisiva. Tendrá que reforzar el entrenamiento y coger forma en estos días.
El régimen al que se deberá someter Leonor en Marín podría ser incluso más estricto y fuerte de lo que habría sido previamente en Zaragoza. El horario no le permitirá mucho tiempo de ocio y deberá estudiar cada día sin demora.