Leonor empieza la cuenta atrás para tocar tierra firme. Esta primera parte del viaje está siendo la más complicada para todos los guardiamarinas, aunque especialmente para la princesa, que nunca ha vivido esta experiencia, el resto de sus 75 compañeros han tenido ocasión de viajar a bordo de un barco como el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Para ella todo es nuevo. Por este motivo, los primeros días fueron muy complicados. La hermana de Sofía sufrió mareos y vómitos, aunque tuvo tiempo de estar en tierra firme. Sin embargo, hasta el próximo 14 de febrero, tres semanas de navegación, no saldrá del barco, siempre en movimiento. La hija mayor de Felipe VI y Letizia siente claustrofobia y se está medicando con biodramina para evitar esos molestos mareos que la apartan de sus clases.

Leonor mareada / GTRES

Letizia y Felipe VI se despidieron de ella el pasado sábado 11 de enero en el puerto de Cádiz, como el resto de familiares de los guardiamarinas. Pero a diferencia de ellos, Leonor cuenta con una forma de comunicación para estar en contacto en todo momento con sus padres. Los reyes saben en todo momento dónde está el buque escuela, todas las noches hablan con la princesa vía satélite.

Leonor tiene un privilegio y molesta a los guardiamarinas y a sus padres 

El Juan Sebastián Elcano ha incorporado mejoras tecnológicas, como Wifi con mayor ancho de banda, más enchufes y puertos USB. Sin embargo, a diferencia de sus compañeros, Leonor contará con un teléfono satelital para mantenerse en contacto permanente con su familia, un dispositivo solicitado por la reina Letizia. Este medio de comunicación, cuyo coste supera los 2.000 euros, está reservado únicamente para altos cargos, dejando al resto de la tripulación incomunicada en alta mar.

Los compañeros de Leonor no ven con buenos ojos esta iniciativa. Se dijo que no se iban a hacer diferencias entre la princesa y el resto de guardiamarinas, pero esta es solo la primera de tantas. La hermana de Sofía no lo está pasando bien a bordo del buque escuela y se intenta que su vida en su interior sea mucho más cómoda, ya que debe pasar seis meses a bordo.

Algunos padres se han enterado de este privilegio de la princesa y han protestado a las autoridades para que sus hijos también puedan estar comunicados mediante el mismo sistema, o que ninguno esté comunicado con sus padres. A fin de cuentas, Leonor solo es importante para sus padres, cada padre piensa en su hijo.

Leonor en el buque escuela