Por norma general, Leonor no quiere privilegios, si no es por fuerza mayor prefiere quedarse en el centro militar. Así sucedió en Zaragoza, y así continúa siendo en Marín. Hace un mes que la princesa ingresó en la Escuela Naval con los alumnos de tercer curso y ya está totalmente integrada. De hecho, hace un par de semanas hizo su primera salida por Pontevedra. La ciudad gallega es mucho más pequeña que la capital aragonesa y es más como un pueblo, por ello todos los movimientos de la hermana de Sofía generan una gran expectación y se entera todo el pueblo. Ya tiene algunos de sus bares favoritos y también alguna discoteca donde salir de marcha. Acabó a las tantas de la madrugada, pero no es un problema porque los domingos tiene fiesta y tienen permiso para salir.

Este fin de semana ha tenido que cortarse un poco las alas porque ha recibido una visita improvisada y especial. La princesa no está al corriente de todo lo que ha sucedido estas últimas semanas con Juan Carlos I, por ello se ha sorprendido con la visita de su abuelo. Ha sido una estrategia de Casa Real para silenciar las últimas polémicas del emérito. Letizia y Felipe han permitido este reencuentro, pero ellos lo han estado supervisando de primera mano. También han asistido a la celebración de los 40 años de la Armada del Rey.

Leonor barco Marín GTRES

Leonor sale con sus amigos cuando se despide de Letizia y Felipe 

Juan Carlos se marchó cuando terminó la cena a la casa de Pedro Campos, el sábado participaría en las regatas. Mientras que Felipe y Letizia tenían otros planes, pero en Galicia y con Leonor. Cuando terminó las clases, la princesa se marchó con sus padres a almorzar.

Los reyes se marcharon a la zona de Combarro, pero coincidieron con Leonor en Villagarcía de Arousa, que estos días celebra las fiestas de San Miguel, desde donde se han desplazado al restaurante Loxe Mareiro, de Carril, una parroquia del municipio de Villagarcía, en plena ría de Arusa, celebre por sus almejas. Mientras los monarcas aparecieron vestidos de forma informal, la princesa lució el uniforme de guardamarina.

Tras este almuerzo, Felipe y Letizia se marcharon a Madrid, no asistieron a la boda de Teodora en Grecia. Leonor, por su parte, se marchó con sus compañeros al centro militar. No obstante, disfrutó del fin de semana fuera de las dependencias militares. Salió con su nuevo grupo de amigos una vez más hasta altas horas de la madrugada. Aunque en Pontevedra está llevando una vida mucho más tranquila. No tantas discotecas, y más planes de tomar algo en bares.

Leonor