Aunque aún le quedan dos años por delante para completar su formación, este primer año ha sido bastante satisfactorio en términos generales para la princesa Leonor en la Academia Militar de Zaragoza. Su adaptación al ambiente del cuartel ha sido positiva, aunque ha requerido ayuda en las maniobras, sus calificaciones teóricas son destacables y se ha integrado bien entre sus compañeros y compañeras.

Dentro de los muros del cuartel, Leonor y sus compañeros mantienen un comportamiento ejemplar, siguiendo todas las órdenes y mostrando máximo respeto hacia sus superiores. Sin embargo, la situación cambia en su tiempo libre, especialmente durante los fines de semana. Muchos de los cadetes, incluida Leonor, suelen desplazarse al centro de Zaragoza para disfrutar de distintos tipos de recreo, como cenar en restaurantes de comida rápida o visitar locales de ocio como pubs y discotecas.

Clientes habituales de los locales de ocio de Zaragoza

Su comportamiento fuera del cuartel tampoco genera problemas significativos. Todo lo contrario. Es ejemplar. Los dueños de los locales frecuentados están encantados con ellos. Mientras que el ambiente de camaradería y disciplina en la Academia, combinado con la libertad y diversión en su tiempo libre, ofrece a Leonor una experiencia enriquecedora y diferente a la que estaba acostumbrada en el palacio real.

Leonor esquí GTRES

Sin embargo, como es común en jóvenes de su edad, a veces les cuesta regresar a tiempo. Les resulta difícil abandonar la diversión. Y esto ha provocado que Leonor y otros cadetes lleguen tarde al cuartel en varias ocasiones, incluso después de las 23 horas, lo que ha resultado en algunas amonestaciones por parte de la Academia. Incluso han sido llamados al orden.

La princesa Leonor y otros cadetes acumulan algunas sanciones en el cuartel de Zaragoza

Estas sanciones demuestran que Leonor está siendo tratada como cualquier otro cadete, conforme a los deseos de la reina Letizia y el rey Felipe. Sin embargo, dada su condición especial como heredera al trono, marcada por la ley de la Academia, es poco probable que sea expulsada, sin importar la cantidad de sanciones que reciba. Esto parece no preocuparle demasiado a Leonor, ya que está disfrutando de una experiencia única y diferente a su vida en la Zarzuela bajo el techo de Letizia. Aunque las amonestaciones son parte de su proceso de aprendizaje y adaptación, es probable que la princesa heredera continúe aprovechando al máximo esta oportunidad de formación militar, consciente de su rol como futura líder de la Corona española.