Los últimos meses de 2024 no han sido fáciles para la princesa Leonor, quien, tras comenzar su formación en la Escuela Naval de Marín el pasado mes de agosto, ha acumulado resultados negativos que han despertado preocupaciones dentro de la familia real. La institución a la que se ha unido es conocida por su régimen severo, que incluye horarios extremadamente estrictos y actividades físicas de alta exigencia, pero la heredera no ha logrado ajustarse a estas demandas de manera efectiva, algo que ha resultado en múltiples suspensos y varias amonestaciones.
La Escuela Naval sigue un sistema de internado que comienza cada jornada a las 06:45 horas, donde los cadetes deben cumplir con una rutina de clases y ejercicios físicos que exigen un rendimiento constante. La falta de preparación física adecuada de Leonor, a quien detectaron sobrepeso a su llegada, ha sido uno de los principales factores que han influido negativamente en su rendimiento. A pesar de contar con el apoyo de su estatus, el desempeño de la princesa en pruebas físicas ha sido, en varias ocasiones, insuficiente, lo que le ha valido ser suspendida en varias ocasiones.
La princesa Leonor, entre las peores de su promoción
Fuentes cercanas a la Escuela Naval aseguran que la hija de la reina Letizia y el rey Felipe VI no ha mostrado el esfuerzo requerido en su formación. La princesa parece haber tenido dificultades para seguir de manera estricta las dietas y los protocolos físicos diseñados para los cadetes, lo que ha empeorado aún más su situación. Además, sus salidas nocturnas y su aparente falta de disciplina parecen haber afectado gravemente su concentración y rendimiento, afectando su capacidad para cumplir con los requisitos fundamentales de la escuela.
Cabe decir que el año anterior en la Academia Militar de Zaragoza tampoco fue especialmente brillante para Leonor. Pero entonces se le permitió un trato más flexible en comparación con lo que enfrenta este año. En Zaragoza son más laxos. Sin embargo, en la Escuela Naval, el enfoque es mucho más riguroso, y las concesiones para la heredera han sido mínimas. Esto ha hecho que el actual sea considerado como su peor año desde que dejó Zarzuela hace más de tres años para embarcarse en su educación internacional en Gales.
Suspender no es algo que preocupe a Leonor
A pesar de estos contratiempos y la presión creciente sobre su desempeño, Leonor no parece enfrentarse a las mismas consecuencias que un cadete común en su situación. Suspender no es motivo de preocupación para la futura reina. Su posición como heredera al trono le confiere una condición especial, que la exime de las consecuencias que otros estudiantes habrían sufrido por resultados tan deficientes. Leonor acabará aprobando igual y siendo jefa de todos los ejércitos pase lo que pase.