Leonor soñaba con marcharse de Zarzuela para sentirse más independiente alejada de Letizia. Su madre es una mujer demasiado controladora. Nunca ha sentido la libertad de la que ahora disfruta. Sus primeros pasos los dios en el internado de Gales, pero allí la reina pedía informes semanales del rendimiento de su hija y sus escapadas con amigos, incluso controlaba su alimentación. En la Academia General Militar de Zaragoza ese control se escapa de sus manos. No obstante, la princesa cuenta con varios escoltas que dan el chivatazo a la reina.
La princesa está perfectamente integrada con sus compañeros de clase. Los primeros fines de semana viajaba a Zarzuela, pero una vez que hizo su grupo de amigos prefirió quedarse en Zaragoza si no existía un compromiso institucional o familiar que se lo impidiese. Leonor está viviendo la mejor época de su vida alejada del control de Letizia. Sin embargo, a su madre no le gustarían sus planes de fin de semana.
Leonor es una mujer muy aplicada y sabe perfectamente cuál es su labor, no obstante, también tiene tiempo para el ocio y la diversión, como cualquier persona de su edad. Una de las zonas que más visita con sus compañeros es la zona de bares de la Ciudad Universitaria de Zaragoza. Estos establecimientos se encuentran ubicados principalmente en la calle Pedro Cerbuna y es un punto de reunión entre los jóvenes universitarios. Es una zona con mucho movimiento, ya que todos los estudiantes acuden a tomar algo y degustar sus tapas mientras mantienen una entretenida conversación de lunes a viernes.
Los planes de Leonor en Zaragoza: se salta las normas de Letizia
Uno de los favoritos de Leonor es el bar El Tuno. Situado en la calle de Pedro Cerbuna, 9, en este los clientes pueden disfrutar de cosas tan básicas como bocadillos, sándwiches o ensaladas, pasando también por una serie de pizzas artesanas y, por supuesto, las conocidas tapas. Es frecuentado por muchos jóvenes por su económico precio. En su carta se encuentra una hamburguesa por menos de seis euros, o las bravas, el plato más demandado, por menos de tres euros.
Leonor y sus compañeros de clase comieron pizzas, hamburguesas, huevos rotos y bocadillos, y pagaron un total de 170 euros. Todo son platos que no están bien considerados en la dieta que Letizia impuso a sus hijas.
Sus compañeros prepararon una fiesta sorpresa a la princesa por su dieciocho cumpleaños en el Panzzer Grill, una de las hamburgueserías más conocidas de la zona.