Leonor continúa con su aventura a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, un viaje que forma parte de su formación militar con la Armada. La princesa zarpó desde Cádiz el pasado 11 de enero y ya ha cumplido la parte más dura de la travesía cruzándose el atlántico. Estuvo tres semanas consecutivas sin poner un pie en tierra desde España a Brasil. A diferencia de sus compañeros, ella jugaba en desventaja, no se había formado para este reto. Su programa se adapta todos los años, donde se sintetiza su formación en nueve meses. Hasta que su cuerpo se acostumbró, la hermana de Sofía sufrió mareos y vómitos, y tuvo que acudir al equipo médico de la embarcación para que le recetasen biodramina.

Después de Brasil, Leonor llegó a principios de marzo a Uruguay, donde desconectó unos días más y se reencontró con Felipe VI tras la polémica de su supuesta nueva pareja. La princesa sabe cuál es su obligación y aunque está sufriendo mucho, está demostrando entereza y pasión. Leonor ha conseguido la aprobación de toda la ciudadanía española. Gracias a ella la monarquía aún tiene muchos años de recorrido.
Esta semana la guardiamarina juró la bandera en una ceremonia que se celebró en una de las cubiertas del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano. Este domingo 9 de marzo, la embarcación zarpará hacia Chile, dejando atrás el atlántico y adentrándose en el Pacífico. La siguiente estación será Punta Arenas.
Leonor pone a rumbo a Chile con castigo
Los guardiamarinas hicieron turismo por Montevideo. Según el diario chileno El Observador, los futuros oficiales recorrieron el casco histórico de la ciudad. También, participaron en una recepción organizada por la Embajada española y se celebró una ofrenda floral a José Gervasio Artigas, político, militar y estadista, héroe nacional y máximo prócer del proceso independentista.
La princesa también pudo desconectar este fin de semana. Se la vio con su compañero con el que derrochó tanta complicidad en Brasil. Fueron a cenar y a bailar en una fiesta de la que llegaron demasiado tarde y han sido amonestados. La hermana de Sofía se salta demasiado las normas. A sus capitanes no les gusta el comportamiento de la joven, no es la primera vez que tienen que regañarla y castigarla con limpieza dentro del barco. Como ya sucedió en Zaragoza, Leonor es tratada con las mismas condiciones que el resto, no hay ni un solo trato de favor.
